Cambia, todo cambia. Y a nivel de la industria automotriz mundial, estos cambios son realmente vertiginosos.
Y entre esas variantes, se destaca la ausencia de importantes marcas en los más destacados salones del automóvil a nivel global, algo que ya se está convirtiendo en una tendencia.
Los factores son varios. Algunos son económicos, en plan de reducción general de gastos, otros por estrategias de comunicación y otros más por decisión de encarar un trato más directo y formal con los actuales clientes y, también, con los potenciales compradores.
Lo que sí es cierto, es que muchas de las empresas ausentes han justificado sus ausencias basándose en la relación costo/beneficio. Los gastos son enormes, mientras que muchas veces los beneficios no son los esperados.
En París 2016 no estuvieron presentes marcas como Volvo, Mazda, Ford, Aston Martin, Lotus, Bentley, Rolls-Royce y Lamborghini entre otras.
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En Francfort 2017 no concurrieron, por ejemplo, Alfa Romeo, Fiat, Jeep, DS, Peugeot, Nissan, Infiniti y Mitsubishi.
Y al comienzo de este año, en Detroit no se habían presentado Porsche, Bentley, Lamborghini, MINI, Rolls Royce, Maserati y Ferrari, destacándose también la ausencia de Tesla.
A mitad del año, también fueron varias las marcas ausentes en el Salón de Buenos Aires: Porsche, BMW, Alfa Romeo, MINI, Subaru, Volvo, Jaguar, Land Rover y Kia, entre otras.
Por supuesto que la inversión a realizar es un elemento primordial al momento de decidir presentarse en un salón.
A muchas empresas automotrices, les resulta muy difícil poder equiparar el inmenso gasto que deben realizar, con la posterior efectividad en ventas. Y esto se debe muchas veces al hecho de no poder destacarse netamente entre el público, que en su visita a los salones recibe una apabullante cantidad de información y novedades, lo cual provoca que las marcas no logren el efecto deseado con un neto destaque y, por lo tanto, no consiguen llegar al público en la forma esperada.
Pero no todo se trata de un tema económico exclusivamente. En algunos eventos, las marcas foráneas justifican su ausencia porque consideran que la fuerte presencia de las marcas locales (con enormes stands y una impresionante cantidad de modelos) les quita relevancia y trascendencia.
Otras no se presentan porque la fecha de realización del salón no coincide con la del lanzamiento de sus nuevos modelos.
Además, hace algunos años, para conocer las novedades, había que ir al salón directa y personalmente. En la actualidad, las propias empresas se encargan de lanzar sus novedades en forma previa a la inauguración, buscando de esa manera atraer la atención de sus potenciales visitantes y clientes directamente a su stand, intentando crear una mayor expectativa con anterioridad al inicio de la exposición.
En la búsqueda de opciones más efectivas, muchas marcas apelan ahora a diversos tipos de eventos, más pequeños y de contacto más directo con el público, con la finalidad de mantener la fidelización de sus clientes y de captar nuevos compradores.
Algunas empresas, principalmente las de alta gama, presentan sus novedades en eventos más exclusivos, al estilo del Goodwood Festival o el “Concours d’Elegance” de Pebble Beach, entre otros.
Otras, en una tendencia que va en constante crecimiento, organizan sus propios eventos, con jornadas en las cuales llevan a sus clientes y a potenciales compradores, a importantes sitios turísticos con la finalidad de presentar sus nuevos modelos y realizar pruebas de manejo, en una acción más directa y eficaz.
Más allá de todo esto, los salones del automóvil continuarán siendo una cita ineludible para marcas y clientes, y así lo marca año a año la multitudinaria presencia de visitantes.
Pero es evidente que las marcas siguen buscando la manera de racionalizar y optimizar sus recursos e inversiones y que las empresas organizadoras de este tipo de exposiciones están en búsqueda de soluciones y mayores atractivos para mantener la presencia de las marcas en sus eventos.
