La ciudad de Palmas, inaugurada el 1º de enero de 1990, es la capital del estado de Tocantins, el más nuevo de Brasil, creado en octubre de 1988, tras producirse una división planificada oficialmente del estado de Goiás.
Desde Palmas partimos bien temprano una mañana, para encarar la ruta asfaltada que nos llevó hasta el Parque Natural de Jalapao, donde disfrutamos durante dos inolvidables jornadas del “Jeep Experience Jalapao”, una travesía increíble, inolvidable, en la que transitamos centenares de kilómetros por una de las regiones más calurosas y áridas del norte de Brasil, con ausencia de lluvias durante casi cinco meses y temperaturas con picos de hasta 45 grados centígrados.
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Ésta muy particular travesía la realizamos por invitación de Sevel Uruguay, a bordo de un Jeep Compass, en su nueva versión, compartiendo la experiencia con colegas provenientes de distintos países latinoamericanos.
En la reunión previa, Nicolás Borges, en representación del área de comunicación corporativa del Grupo FCA y Luis Carqueijo, como responsable de la organización de la travesía, nos presentaron el plan de actividades y brindaron explicaciones claras y concisas con respecto al orden de marcha: transitar en convoy, no adelantar, respetar distancias con el vehículo precedente para no ocasionar problemas y mantener el ritmo de marcha ante las muy difíciles condiciones de piso por las que íbamos a transitar para tratar de no quedar encajados en la arena.
El convoy se componía de cinco Compass, que eran los que utilizamos los periodistas, más dos Wrangler y cuatro Renegade que eran los vehículos de apoyo.
El Compass estaba equipado con el motor diesel 2.0 turbo, con 170 HP una potencia algo inferior a la del impulsor a nafta de 2.4 litros, que se ofrece en nuestro mercado. El sistema de transmisión era con la muy eficaz caja de cambios automática de nueve velocidades. Solo en algunos cortos trechos hubo que apelar al modo “sand” para superar, sin dramas, traicioneras superficies.
Sinceramente nos quedamos encantados con el desempeño y la performance en todo tipo de situación. Y a lo largo de las dos jornadas bien que lo pusimos en dura prueba, casi que en forma permanente, dadas las muy especiales características de los caminos y senderos por los que transitamos, con cambiantes superficies de arena, tierra y ripio, traicioneros baches y zanjones, en los cuales puede llegar a ser muy fácil perder la tracción y el dominio, pero en los que el Compass salió adelante exitosamente, sin ningún tipo de problemas, luciendo a pleno su capacidad off road y superando las exigencias perfectamente, en base a su estupendo equipamiento.
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El calor abrasador, al que hay que sumarle las permanentes nubes de polvo entre las que se transitaba, tampoco hicieron mella en el rendimiento del motor. El sistema de aire acondicionado funcionó perfecta y eficazmente, permitiendo superar las altas temperaturas reinantes.
La comodidad, la calidad integral y el confort interior del Compass fueron grandes aliados para sobrellevar las duras jornadas, con más de 12 horas de duración y en las cuales no hubo prácticamente ni un minuto de distracción durante el manejo, por las características de los tramos recorridos. Una experiencia fascinante e inolvidable, realmente, en la que fue admirable ver como el Compass soportó todo el castigo, saliendo indemne.
El sistema de suspensión funcionó a la perfección, superando saltos, sacudones y duros golpes contra las piedras ocultas bajo la arena. Nada fue capaz de hacerle mella. Fue un deleite exigir y “castigar” al Compass en esas condiciones, sabiendo que íbamos a encontrar la respuesta adecuada, con seguridad y confort a toda prueba.
La organización fue perfecta, no descuidando ningún detalle en momento alguno, brindando una permanente atención y absoluta seguridad.