Como siempre, la invitación recibida de parte de Multimotors S.A., importador oficial de Porsche para Uruguay, sonaba atractiva y muy interesante.
Se trataba de participar en el primer “Desafío Porsche Off Road” desde Lima hasta las Dunas de Paracas, en la costa del Océano Pacífico, al sur de la capital incaica, utilizando los espectaculares modelos Cayenne y Macan.
Lima nos recibió en una jornada plomiza, típica de esta época en la histórica ciudad. “No se preocupen por el clima aquí, en Paracas disfrutaremos de una gran jornada” nos expresaron los organizadores.
La actividad comenzó bien temprano, saliendo del hotel para llegar hasta el Porsche Center de Euromotors S.A., donde tuvimos un breve briefing, para luego abordar los SUVs, tratando de escapar rápidamente del caótico tránsito limeño de la mañana, tomando la ruta Panamericana Sur, rumbo a Pisco y Paracas, comenzando a apreciar paulatinamente la aridez de la zona costera del Pacífico y a disfrutar de un hermoso día, con un cielo absolutamente celeste.
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Luego del almuerzo en Paracas, comenzamos la segunda parte de la travesía, la “de verdad”. Salimos del hotel y nos dirigimos hacia la zona de las dunas de Ica, donde comenzamos a poner en dura prueba a los dos modelos germanos, en un entorno agreste, árido, semi desértico, con interminables dunas de un tamaño enorme, las cuales se debían mirar con sumo respeto.
Paracas debe su nombre a los fuertes vientos que suelen azotar la zona, con velocidades superiores a los 80 kilómetros por hora, provocando terribles tormentas de arena. Y en el curso de la travesía bien pudimos apreciar la fuerza y la potencia de esos vientos, que trasladan enormes cantidades de arena en forma incesante, arena que se cuela por todos lados y que llega a enceguecer por momentos. Un duro desafío para los participantes y también para los dos modelos de Porsche, el Cayenne y el Macan.
Personalmente, ya había tenido la oportunidad de conducir ambos SUVs en distintos tipos de pisos y situaciones, incluso en la nieve y el hielo de Bariloche, pero sin dudas que esta increíble travesía por las dunas peruanas ha sido de las mejores experiencias que he vivido.
Tanto el Cayenne como el Macan supieron estar a la altura de las circunstancias, en una muestra total de su performance y sus capacidades para sortear todo tipo de terrenos y obstáculos, con estabilidad, potencia y agilidad, destacándose la eficacia de la la tracción total y la suspensión activa ante la gran exigencia planteada.
También se puso a prueba el sistema de descenso (Hill descent) al encarar la bajada de una duna de más de 100 metros de altura, con una inclinación de 45 grados.
Claro que todo esto se realizó también en forma absolutamante segura y confortable, disfrutando a pleno del estupendo equipamiento de alta calidad, que ofrecen ambos modelos, cerrando el día con una estupenda cena a orillas del Pacífico.
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En la otra jornada, al regreso a la ciudad de Lima, hubo tiempo para disfrutar de los hermosos paisajes peruanos y, por supuesto, de su especial gastronomía, con un estupendo taller de ceviche realizado en la Hacienda San José, en la localidad de Chincha, una finca construida en el siglo XVII prosiguiendo luego hacia Lima, donde pudimos volver a apreciar y disfrutar la versatilidad, agilidad y eficiencia del Porsche para encarar el tránsito urbano.
