Los vaivenes de la industria automotriz son una fuente permanente de novedades, informaciones y especulaciones.
En los últimos meses, han estado en el tapete las adquisiciones de unas marcas por parte de otras, las fusiones y las, ya a esta altura imprescindibles, alianzas entre marcas.
Esto no es ninguna novedad, porque desde hace ya un buen tiempo, la mayoría de los más importantes ejecutivos de la industria automotriz mundial han estado de acuerdo en señalar que cada vez es más necesaria una mayor concentración de las marcas para afrontar los desafíos que implica el desarrollo de las nuevas tecnologías para la construcción de los vehículos híbridos y eléctricos.
Uno de los temas más destacados del año pasado fue la adquisición de Mitsubishi por parte de la Alianza Nissan – Renault, que ya tenía en su poder otras marcas como Datsun, Infiniti y Dacia.
Esto podría llegar a permitirle a la Alianza pasar a ser, a partir de este año, el tercer mayor fabricante mundial desplazando a General Motors.
La lista de los mayores constructores en 2016 estuvo liderada por el Grupo Volkswagen, escoltado por el Grupo Toyota.
Por si fuera poco, hace unas pocas semanas atrás, sacudió fuertemente el ámbito automotriz la compra de las marcas Opel y Vauxhall.
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El gigante norteamericano General Motors se desprendió de sus dos marcas europeas, las cuales pasaron ahora a engrosar las filas del Grupo PSA, poseedor de Citroën, Peugeot y DS.
Ahora, luego del cierre del Salón del Automóvil de Ginebra, comenzaron a surgir las noticias sobre un acercamiento entre el alemán Grupo Volkswagen y el ítalo estadounidense Fiat Chrysler.
En principio parece que los primeros contactos han sido positivos para ambos grupos.
Por un lado, en una conferencia de prensa, Matthias Müller, Consejero Delegado de Volkswagen, confirmaba la posibilidad de abrir una negociación con el Grupo FCA.
Por otra parte, Sergio Marchionne, CEO del grupo ítalo estadounidense, había expresado su interés en comenzar a tratar la fusión de ambas empresas para poder afrontar en conjunto y con mejores posibilidades los nuevos retos de la industria automotriz.
Marchionne se expresó a favor de las fusiones de la industria automotriz para de esa manera poder compartir los costos de fabricar vehículos más limpios y tecnológicamente más avanzados, que son en definitiva, el futuro de la movilidad global.
A su vez, consultado al respecto, Matthias Müller comentó que podría llegar a estar interesado en comenzar a entablar un diálogo con Marchionne, destacando además un cambio de estrategia del Grupo Volkswagen para poder adecuarse hacia las actuales tendencias del sector.
El año pasado, las ventas globales del Grupo Volkswagen alcanzaron la cifra de 10.290.000 unidades, marcando un incremento del 3,7% con respecto a la producción total del año 2015.
