A mediados del año pasado, la empresa británica Aston Martin y el equipo Red Bull de Fórmula Uno dieron a conocer los detalles del proyecto que habían encarado en conjunto: un hyper auto designado con la denominación AM-RB 001.
Pocos meses después, en el Salón de Ginebra, fue dado a conocer el nombre definitivo de este súper deportivo híbrido: Aston Martin Valkyrie. De esta manera, la compañía británica mantiene su tradición de bautizar a sus modelos más radicales y de mayores prestaciones, con nombres que comiencen con la letra “V”, tal como ha acontecido anteriormente con las designaciones de Vantage, Vanquish, Virage y Vulcan.
El Valkyrie fue desarrollado contando con la muy especial asesoría del exitoso diseñador Adrián Newey, quien ha destacado por sus trabajos para los equipos Williams, McLaren y Red Bull de Fórmula 1, quien junto al diseñador de Aston Martin, Marek Reichman estuvieron trabajando y supervisando directa y personalmente todos los aspectos de este singular proyecto.
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Construido con la base de una estructura ligera de fibra de carbono, el Valkyrie dispone de una aerodinamia realmente increíble, la cual le otorga niveles de carga aerodinámica nunca alcanzados hasta ahora en un auto “de calle”.
El motor que equipará a este hyper auto, será un doce cilindros en V, de 6.5 litros de cilindrada, capaz de erogar 1.000 HP, construido por la empresa británica Cosworth y estará acoplado a un sistema de transmisión de siete marchas, desarrollado bajo las estrictas especificaciones de Red Bull Advanced Technologies y construido por Ricardo, empresa especializada en sistemas para autos deportivos de alta performance y de competición.
Además de Aston Martin y Red Bull, son varias las empresas involucradas en este impresionante proyecto, como Multimatic (carrocería), Rimac (sistemas eléctricos y recuperadores de energía), Alcon (frenos) y Bosch en la parte de electrónica, que proveerá la Unidad de Control de Motor (ECU), la Unidad de Control de Transmisión (TCU) y el Sistema Electrónico de Estabilidad (ESP).
Antes de la entrada en producción del Valkyrie, Aston Martin ya había recibido 300 órdenes de compra.
Finalmente los responsables del proyecto decidieron fabricar solamente 150 unidades “de calle”, aunque se estima que se construirán varias más para uso exclusivamente deportivo.
El precio estimado de cada auto, superaría levemente los tres millones de euros.
