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El circuito diagramado en el aeropuerto de Tempelhof fue, nuevamente, el escenario del E-Prix de Berlín, el que constó de la disputa de las fechas siete y ocho del Campeonato Mundial de Fórmula E.
En lo previo, comentábamos que las características del circuito berlinés iban a plantear una dura exigencia a los competidores, porque está diagramado en la pista del aeropuerto, cuya superficie presenta una gran abrasividad, lo que lleva a un excesivo desgaste de los neumáticos, obligando a los pilotos a concretar una buena gestión del caucho para no sufrir algún contratiempo que podría culminar provocando retrasos o abandonos.
Y a ello había que sumarle el tema de la buena gestión de la energía, algo que se vio claramente reflejado en el ritmo de ambas carreras, con un excesivo cuidado de las baterías para tratar de sobrevivir hasta el final de cada una de las carreras.
En la primera, los dos pilotos del equipo Jaguar concretaron una notable labor, dándole el 1-2 a la marca británica, con Mitch Evans en el escalón más alto del podio, escoltado por Sam Bird. El tercer lugar lo ocupó Max Günther, dándole el primer podio a Maserati en la categoría de los autos eléctricos. Los dos pilotos de Envision Racing, Sébastien Buemi y Nick Cassidy, terminaron en el cuarto y el quinto lugar, respectivamente.
El líder del campeonato, Pascal Wehrlein (Porsche) arribó sexto.
La segunda carrera tuvo como ganador a Cassidy, escoltado por Jake Dennis (Andretti). Jean-Eric Vergne (DS Penske), completó el podio. Cerrando un buen fin de semana, Evans terminó cuarto, seguido por Antonio Félix da Costa (Porsche) y por Günther.
Wehrlein (Porsche) sigue ubicado al tope del campeonato con 100 puntos. Cassidy (Envision) está segundo con 96 y Vergne (DS Penske) está tercero con 81, seguido a un punto por Dennis (Andretti).
En el certamen de constructores, Porsche sigue líder con 168 unidades. Envision lo escolta con 153 y Jaguar está tercero con 138.
Fotos: Fórmula E.