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El circuito del aeropuerto berlinés de Tempelhof es el escenario este fin de semana de una doble fecha del Campeonato Mundial de Fórmula E.
Un campeonato mundial que, tal como ha sucedido a lo largo de los años anteriores, está teniendo una muy atractiva temporada, con gran paridad y competitividad, tal como lo demuestra el hecho de que han sido cinco los pilotos que han triunfado en las seis competencias que se llevan disputadas, debiendo remarcarse que el actual líder del certamen, el alemán Pascal Wehrlein (Porsche), ganó las dos carreras disputadas en Arabia Saudita. Jake Dennis (Andretti), Jean-Eric Vergne (DS Penske), Antonio Felix da Costa (Porsche) y Mitch Evans (Jaguar) fueron los otros ganadores del año.
Con sus dos victorias en el circuito de Diriyah, sumadas al segundo puesto obtenido en México, Wehrlein ha logrado consolidarse en la vanguardia del campeonato, contando con 86 puntos. Dennis lo escolta con 62 unidades, seguido por Nick Cassidy (Jaguar), que tiene 61, un punto más que Vergne. Da Costa está en el quinto lugar, con 58 puntos, mientras que Sam Bird (Jaguar) ocupa la sexta posición con 44.
En el campeonato de constructores, con sus tres victorias en seis carreras, el equipo Porsche lidera la tabla de posiciones con 144 unidades, llevándole 41 de ventaja a su escolta, Jaguar Racing, mientras que en la tercera posición se ubica Jaguar Racing con 83 puntos, uno más que DS Penske y tres de ventaja con respecto al equipo Andretti. El debutante equipo McLaren está en la sexta posición con 72 unidades.
La principal característica del circuito del aeropuerto berlinés, que tiene una extensión de 2.400 metros, es la superficie de la pista, que no es muy uniforme, pero sí es sumamente abrasiva y, lógicamente, con mucha adherencia, lo que motiva un alto desgaste de los neumáticos, exigiendo una buena gestión de parte del piloto en la conducción, para no sufrir averías.
A esto hay que sumarle la gestión de la energía, sumando una exigencia extra.