Nelson Vicente – Contacto: [email protected]
La triste noticia del fallecimiento de Daniel Basso caló hondo y pegó duró.
Daniel fue un tipo franco y sincero, directo, respetuoso, que supo hacerse respetar y siempre estuvo abierto para el diálogo, fue un apasionado del automovilismo, pasión que vivió a pleno, tal vez, demasiado a pleno y por eso, hace algunos años, tuvo que dar un paso al costado para cuidar su salud, pero no se alejó totalmente y siguió trabajando desde la Comisión Deportiva del Automóvil Club del Uruguay.
A Daniel lo conocí hace muchos años y a lo largo del tiempo se fue generando una relación de respeto y cordialidad. Siempre estuvo abierto al diálogo y nunca se mostró esquivo cuando había que poner la cara, mostrándose siempre receptivo a aceptar críticas y comentarios, entablando diálogos y buscando soluciones, generando opciones de comprensión y entendimiento, reconociendo con total hidalguía cuando se producían algunos errores, pero siempre generando una relación, reitero, de total respeto y estima, con altura y educación.
Se destacó como dirigente de su querida Asociación Uruguaya de Volantes, pero también trabajó para todo el automovilismo, destacándose en varias funciones, no solamente dentro de AUVO sino también a nivel nacional e internacional, como su destacada gestión en los E-Prix de Punta del Este, o cuando fue comisario de pista del Campeonato Mundial de Fórmula Uno.
Siempre estuvo dispuesto a compartir sus conocimientos y experiencias y jamás rehuyó al diálogo, por más que las situaciones fueran complicadas.
Que su ejemplo, su destacada trayectoria, su don de gente, su capacidad y su cordialidad y educación, siempre a flor de piel, sirvan de ejemplo y acompañen a quienes hoy rigen los destinos del automovilismo y a las futuras generaciones.
Hasta siempre, amigo!!! Descansa en paz.
