Nelson Vicente – Contacto: [email protected]
Sin dudas que el inicio del año 2022 no es el que esperaba Tesla, el fabricante de autos eléctricos estadounidense, que ha tenido que llamar a revisión a más de 500.000 unidades debido a algunos defectos de fabricación que pueden llegar a provocar siniestros de tránsito.
Este es el llamado a revisión más grande desde que la empresa californiana comenzó su actividad.
Todo se inició con un informe realizado por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, surgido por algunos defectos constatados con el capó de los Model S y con la cámara trasera y el baúl en el caso de los Model 3, problemas que, según la NHTSA podrían incrementar el riesgo de sufrir algún siniestro de tránsito.
En referencia a los Model 3, se trata de 356.309 unidades, fabricadas entre los años 2017 y 2020, en las cuales, según los estudios de la NHTSA, el conjunto de los cables de la cámara trasera puede llegar a dañarse debido a la apertura y el cierre de la tapa del baúl, provocando que no pueda verse la imagen de la cámara de visión trasera.
Por otra parte, son 119.009 las unidades del Model S que podrían llegar a presentar problemas con el capó, el que podría llegar a abrirse inesperadamente, con el serio riesgo de la pérdida de visibilidad por parte del conductor y las probables consecuencias de sufrir un grave siniestro. En este caso, el informe dado a conocer por la NHTSA señala que si el cierre principal llegara a soltarse y el cierre secundario no estuviera enganchado, el capot podría abrirse de golpe, obstruyendo la visibilidad del conductor, incrementando el riesgo de choque.
Pero además, Tesla también tuvo que llamar a revisión a decenas de miles de vehículos vendidos en China.
En este caso se trata de 180.044 unidades del Model 3, de las cuales 35.836 son importadas y 144.208 fabricadas en el país asiático, y de 19.697 unidades del Model S, todas las cuales fueron importadas.