Nelson Vicente – Contacto: [email protected]
La disputa del Gran Premio de la Comunidad Valenciana marcó, el domingo pasado, el cierre de la temporada de MotoGP.
Pero no fue una carrera más, sino que fue la última del máximo motociclista de todos los tiempos: Valentino Rossi, conocido popularmente como Il Dottore, un piloto que le dio una impronta muy especial al campeonato mundial de las dos ruedas, con sus hazañas, sus éxitos, sus victorias, sus polémicas, con sus extravagancias y, por qué no, con sus “locuras”, que lo hicieron un piloto único e incomparable.
Por eso el circuito Ricardo Tormo de Cheste vivió un fin de semana histórico, porque se despedía uno de los máximos ídolos que ha tenido el motociclismo, un piloto incomparable, que debutó en el mundial a los 17 años y que se retiró a los 42, en una fecha muy especial, porque Valentino es muy afecto a la simbología y su última carrera fue el 14/11/21, lo que marca que sumando esas tres cifras se obtiene como resultado 46, el número utilizado en su moto por el piloto nacido en Urbino.
El circuito de Cheste se vistió de fiesta el pasado fin de semana, siendo el escenario de una gran cantidad de homenajes para Valentino, especialmente por parte de los aficionados que, en una cifra supferior a los 75.000, quisieron demostrarle el amor y la pasión que generó a lo largo de su exitosa trayectoria.
Y vaya si Valentino lo sabe y lo reconoce y así lo ha expresado: “Mucha gente empezó a ver MotoGP por seguir mi trayectoria. Este deporte se hizo más popular, más famoso. Durante mi carrera me convertí en un ícono. Para un piloto siempre es más importante lo que pasa en la pista, pero visto hoy desde fuera, eso es lo más espectacular que ha traído mi carrera”, terminó expresando el piloto italiano.
Y es cierto lo que afirma Il Dottore, quien durante muchos años fue construyendo una fama casi de imbatible, impresionando a sus rivales dentro y fuera de la pista, superándolos abiertamente y generando un gran respeto hacia su figura, lo que muchas veces se reflejaba en diversas incidencias en la pista.
No era fácil competir contra Valentino, y, mucho menos, superarlo, y así se lo hacía sentir él a sus colegas.
A tal punto llegó la jerarquía de Valentino, que sus rivales reconocían que el italiano le había llegado de una manera muy especial al corazón de la gente y que por eso muchas personas comenzaron a interesarse por el motociclismo, generando una atracción increíble entre el piloto y sus fanáticos, como tal vez nunca antes se había visto.
Incluso, a pesar de que ya hace unas cuantas temporadas que Valentino no está en la lucha permanente por las posiciones de privilegio y que su último título mundial lo ganó en 2009, el público igualmente se sentía atraído por la presencia del Il Dottore en la pista, manteniendo la ilusión de volver a verlo nuevamente en lo más alto del podio.
Seguramente la próxima temporada no va a ser igual sin Valentino en los circuitos, tal como ya han comenzado a reconocerlo los fanáticos.
Una trayectoria inigualable
Valentino Rossi debutó en el mundial de motociclismo en la categoría de 125 cc. en el año 1996 con una Aprilia, logrando ya, en el año de su debut, su primer triunfo, en el Gran Premio de la República Checa realizado en Brno. Y en la siguiente temporada obtuvo su primer título mundial, para pasar, en 1998, a competir en la categoría de 250 cc. en la que al año siguiente se consagró campeón del mundo por segunda vez, también con Aprilia, obteniendo nueve victorias en las 16 fechas que integraron el certamen de esa temporada.
Para el año 2000 Il Dottore pegó el salto a la categoría mayor, la 500 cc., con Honda, logrando dos victorias y colocándose en la segunda posición al final del campeonato y en 2001 se consagró campeón, en la que fue la última temporada de la categoría 500 cc. que en 2002 pasó a ser la MotoGP.
Así volvía a reiterarse lo acontecido en las otras categorías, debutaba un año y al siguiente obtenía el título. De ahí en adelante Valentino comenzó a elaborar una racha impresionante, logrando cinco títulos mundiales consecutivos (2001 a 2005), dos con Honda y tres con Yamaha. Fue también con Yamaha que el italiano obtuvo sus dos últimas conquistas mundiales, en 2008 y 2009. De todas maneras, siguió demostrando su vigencia, al ser vice campeón del mundo tres veces (2014 a 2016) y tercero en dos temporadas: 2010 y 2018. Su último triunfo fue en Assen en el año 2017.
Su futuro puede estar en el automovilismo
Cuando Valentino era niño, comenzó a competir en karting y luego pasó al motociclismo. Su pasión por el automovilismo nunca se extinguió y prueba de ello es que corrió tres fechas del mundial de rally y es el máximo ganador del Monza Rally Show con siete triunfos. Y también condujo autos de Fórmula Uno, Ferrari y Mercedes, en pruebas libres y exhibiciones. Ahora, al retirarse de MotoGP el italiano aspira a correr en auto, por lo cual ha puesto la mira en el Mundial de Resistencia y en las 24 Horas de Le Mans. Experiencia ya tiene. En 2019 ganó la categoría GT3 ProAm en las 12 Horas del Golfo en Abu Dabi. Y este año repitió la experiencia en Yas Marina, culminando en el podio.
