Jenson Button a bordo del BGP 001.
Nelson Vicente – Contacto: [email protected]
La historia del equipo Brawn GP de Fórmula Uno es insólita y refleja que no siempre tener el mayor poder económico, contar con las mejores instalaciones y disponer de una estupenda infraestructura son sinónimos de triunfos.
El Brawn GP es una clara prueba de ello, siendo, además, el único equipo que en el año de su debut en el certamen mundial logró coronarse campeón de pilotos y de constructores, en la que fue, además, su única temporada en la máxima categoría.
El origen de la escuadra británica se produjo por el abandono de Honda de la Fórmula Uno al final de 2008. Magros resultados y la crisis económica llevaron a que la marca japonesa dejara la categoría al final del año. A partir de ese momento, el presidente de Honda Racing, Nick Fry y el director deportivo, Ross Brawn, se abocaron a encontrar un comprador para el equipo.
Hubo varios interesados, como David Richards, dueño del equipo Prodrive, el multimillonario Richard Branson, propietario de Virgin Group (auspiciante del equipo), señalándose también como probables interesados al indio Vijay Mallya (que tenía el equipo Force India) y al empresario mexicano Carlos Slim. Incluso se comentó que hasta el patrón de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone, también llegó a interesarse en el negocio.
Lo cierto es que no hubo comprador, por lo que rápidamente Brawn entabló conversaciones con Honda, señalando que iba a ser más conveniente que le cedieran las instalaciones que tenían en Brackley y mantuvieran la plantilla de 700 empleados, junto a toda la estructura propia del equipo, que tener que afrontar los costos por cierre de la empresa y despido de los empleados.
Así, por la cifra simbólica de una libra esterlina, Brawn quedó como propietario del nuevo equipo, al que Honda, además, le aportó 100 millones de dólares.
Como la marca japonesa dejó en claro que no iba a suministrar más motores, Ross Brawn llegó a un acuerdo para que Mercedes le cediera sus impulsores, los que ya utilizaban McLaren y Force India.
Así comenzó a gestarse la efímera pero exitosa trayectoria del equipo Brawn GP en la Fórmula Uno, teniendo como pilotos al británico Jenson Button y al brasileño Rubens Barrichello, encarando una temporada de importantes cambios, entre los que se destacaron la reducción del 50% del downforce, la vuelta de las gomas lisas y el comienzo de la aplicación del KERS, el sistema que permite transformar energía cinética en eléctrica.
Brawn aprovechó algunas lagunas del reglamento, las que le permitieron dotar a sus autos de un doble difusor, lo que incrementó notoriamente su performance. Eso le permitió contar con una importante ventaja en la primera mitad del año, la que fue fundamental para la conquista del título mundial.
Al final de ese año 2009 Brawn le vendió el equipo a Mercedes, iniciándose de esa manera la exitosa trayectoria de la escuadra germana.
Jenson Button campeón del mundo
El comienzo del campeonato de 2009 fue espectacular para el Brawn GP. Jenson Button ganó en Australia, escoltado por Rubens Barrichello.
El inglés ganó seis de las siete primeras carreras de la temporada y fue tercero en la otra, ejerciendo un dominio casi apabullante, con un auto que tenía una enorme superioridad sobre los de sus rivales.
Así se fue cimentando la conquista del campeonato, por más que en la segunda mitad de la temporada, con un duro trabajo de por medio, sus rivales fueron limando diferencias.
De todas maneras, Barrichello ganó el Gran Premio de Europa en Valencia y luego el paulista también triunfó en Monza.
A esa altura de la temporada, Sebastian Vettel era el más firme rival con su Red Bull.
El gran premio de Brasil era la penúltima fecha del campeonato. Button llegaba con una buena ventaja a su favor, que podría permitirle consagrarse anticipadamente. Si Vettel quería postergar la definición, tenía que sacarle siete puntos a Button en San Pablo, en la que fue una accidentada carrera.
Barrichello largó desde el primer lugar, pero terminó octavo. Button partió desde el puesto 14 y llegó en quinto lugar, superado por Vettel que terminó cuarto luego de haber partido desde el casillero 15.
Así se definió anticipadamente el campeonato de pilotos, sumándose para el Brawn GP también el título de equipos, cerrando una espectacular e impresionante temporada.
Ross Brawn, un elegido de la gloria
Los logros del equipo están íntimamente ligados a la exitosa trayectoria de su creador, el ingeniero Ross Brawn, quien llegó a la Fórmula Uno en 1978 integrando el equipo Williams, pasando luego por Lotus, Lola, Arrows y Benetton, para tener su punto más destacado en la Scuderia Ferrari (1997 a 2006) junto a Michael Schumacher.
En 2008 pasó a Honda, en 2009 armó su propio equipo, que a fines de ese mismo año le vendió a Mercedes el 75% de las acciones.
Brawn fue jefe de equipo de la escuadra germana hasta 2013 y desde 2017 es el director deportivo de la Fórmula Uno.
