Lejos han quedado los tiempos en los que en el mes de septiembre, durante el fin de semana del Gran Premio de Italia, habitualmente los principales equipos de Fórmula Uno confirmaban su integración para la siguiente temporada. La situación ha cambiado a tal extremo, que en los últimos años, algunos equipos han llegado a confirmar sus pilotos en la semana previa al inicio de la temporada.
Desde el inicio de la era de la hibridación en la Fórmula Uno, en el año 2014, el equipo Mercedes ha logrado dominar completamente a la categoría, logrando siete títulos mundiales de constructores (récord absoluto) y obteniendo también siete campeonatos del mundo de pilotos, seis por parte de Lewis Hamilton y uno por Nico Rosberg.
A poco más de un mes para la culminación de la temporada 2020, la escuadra germana aún no ha podido confirmar la continuidad de Hamilton para el próximo año, a lo que se le suma la probable salida del jefe del equipo, Toto Wolff. El austríaco ha sido uno de los principales protagonistas de los éxitos de Mercedes en estos últimos años, pero algunos acontecimientos sucedidos en los últimos tiempos podrían llegar a indicar el alejamiento de Wolff.
Con respecto a la renovación del contrato de Hamilton, el británico, que va rumbo a la conquista de su séptima corona mundial, no se ha mostrado impaciente ni nada por el estilo. Al contrario, en las últimas semanas ha expresado reiteradamente: “Sinceramente, no he hablado mucho sobre ese tema con el equipo. Es una formalidad y en algún momento nos sentaremos a hablarlo, pero ahora mismo no es una prioridad. Por ahora solo estoy centrado en hacer mi trabajo (NdeR: salir campeón) y esa es mi prioridad”.
En Mercedes confían en poder renovar con el inglés, sabiendo que pueden ofrecerle el mejor auto al que un piloto puede aspirar en la actualidad. Pero Hamilton pretende ganar 50 millones de dólares anuales, con un contrato de tres años de plazo. Y en Mercedes pretenden firmar por “solamente” 25 millones de dólares anuales. Además, vale recordar que cada contrato que ha firmado Hamilton con Mercedes hasta ahora, siempre ha sido por tres años y actualmente hay que tener en cuenta que las nuevas normativas de la Fórmula Uno fijarán un tope salarial para el año 2023, lo que podría llegar a complicar el acuerdo a largo plazo entre la escuadra germana y el piloto británico.
Además, en Mercedes consideran (y seguramente con toda razón) que la performance de su auto es tan excepcional, que cualquier buen piloto puede llegar a ser campeón mundial.
Y otro aspecto a tener en cuenta es que Niki Lauda siempre fue un factor fundamental en la relación Mercedes/Hamilton, como asesor del equipo y consejero del inglés, a quien lo unía una gran amistad. Las opiniones y consejos de Niki siempre fueron muy valoradas por Hamilton, pero ahora no se sabe qué podría suceder. Lo que sí es cierto, es que las gestiones para la renovación no tendrán el mismo trámite que las anteriores.
Por otra parte, en referencia a Toto Wolff, el austríaco ha señalado que a fin de año podría alejarse de Mercedes al finalizar su contrato. Mientras Dieter Zetsche fue el CEO de Daimler, Wolff fue amo y señor del equipo de Fórmula Uno. Pero con la llegada de Ola Källenius sustituyendo a Zetsche, la situación cambió radicalmente. En la época de Zetsche, Wolff era quien definía todo, informando simplemente al CEO de lo que ocurría. Pero con Källenius todo es diferente. Wolff ya no tiene tanta libertad, ni tampoco tanto poder de decisión como antes, por lo que la relación entre ambos es tirante y casi que conflictiva y al austríaco le ha quedado bien claro, en varias oportunidades, que todas sus decisiones están supeditadas a la aprobación de Källenius, algo, que, evidentemente, no es de su agrado.
Acá hay un elemento fundamental que ha desaparecido y es Niki Lauda. El tricampeón del mundo (que falleció en mayo de 2019) siempre tuvo un gran protagonismo en la interna del equipo Mercedes, tal como lo hemos expresado.
Niki siempre tuvo una gran influencia sobre Hamilton. El piloto inglés supo escucharlo, aprovechó sus consejos, hizo caso a sus recomendaciones y se manejó criteriosamente en base a lo que el recordado austríaco le expresaba. Para Hamilton, Niki fue mucho más que un simple integrante del equipo Mercedes, fue su gran amigo y consejero.
Y Lauda fue un factor fundamental para comenzar a construir el poderío y la grandeza de la exitosa escuadra germana, desarrollando diversas funciones con señalada capacidad y eficacia.
Además, el austríaco también fue un apoyo invalorable en la gestión de su compatriota al frente de la escuadra alemana. Wolff siempre recurría a los consejos de Lauda, solicitándole sus opiniones y tomándolo como ejemplo y referente.
Pero luego del fallecimiento de Lauda y del alejamiento de Zetsche, la situación de Wolff comenzó a complicarse en la interna del equipo, por más que su capacidad, inteligencia y valor están fuera de toda discusión.
En varias oportunidades Wolff ha tenido que cambiar su manera de actuar por órdenes de Ola Källenius y eso le ha molestado bastante, porque incluso el austríaco ha quedado desacreditado públicamente por órdenes del actual CEO de Daimler.
Cuando el año pasado surgieron las dudas con respecto a la legalidad de los motores Ferrari, Wolff pisó el acelerador a fondo, exigiendo duras sanciones hacia la escudería de Maranello por parte de la Federación Internacional del Automóvil (FIA). Pero en una conflictiva reunión, Källenius le recordó que Daimler y Fiat tienen varios proyectos empresariales en conjunto, por lo que Wolff se vio obligado a poner el freno de mano a sus intenciones…
Y en marzo de este año, en medio del inicio de la pandemia de COVID-19, cuando comenzó a ponerse en duda la realización del Gran Premio de Australia, con todos los equipos ya instalados en Melbourne, Wolff fue de los principales impulsores para que la carrera se disputara. Hasta que, mediante una áspera conversación telefónica, Källenius le ordenó al austríaco que votara negativamente por la realización del gran premio. Mercedes votó por el no, y la carrera no se disputó, cerrándose de esa manera otro diferendo entre el sueco y el austríaco.
Así se presenta la situación en la interna del equipo más exitoso de la Fórmula Uno en la actualidad.
De todas maneras, más allá de controversias y discusiones, acuerdos y desacuerdos, seguramente Hamilton y Wolff permanecerán en la escuadra germana.
Al día de hoy, Hamilton no conseguirá un mejor auto ni un equipo tan estable y eficaz. El británico está jugando sus fichas buscando obtener un importante rédito económico, pero tiene bien claro que Mercedes puede darle el arma ideal para intentar obtener su octavo título mundial en 2021.
Y por el lado de Wolff, seguramente extenderá su contrato con Mercedes, al menos por un año más, para seguir compartiendo la gloria junto a Hamilton.
Por otra parte, a Källenius esta guerra interna puede costarle caro, porque en caso no llegar a un acuerdo, sería muy mal visto perder al piloto más exitoso de la Fórmula Uno y a quien ha sido un protagonista fundamental para este glorioso presente de la marca alemana.
