A 21 años de la inolvidable victoria de Gonchi en Mónaco


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A 21 años de la inolvidable victoria de Gonchi en Mónaco

El sábado 15 de mayo de 1999 Gonzalo “Gonchi” Rodríguez entraba en la historia grande del automovilismo deportivo al obtener la victoria en el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 3000, el que fue, sin lugar a dudas, el éxito más resonante y destacado de su notable trayectoria deportiva.

Si se le pregunta a los pilotos qué carrera quieren ganar, seguramente la gran mayoría de los encuestados responderá sin titubear: “Mónaco”.

Y Gonchi logró ganar en Mónaco nada más ni nada menos que en la Fórmula 3000, categoría que supo ser la antesala del Campeonato Mundial de Fórmula Uno y que fue el semillero de varios pilotos que se destacaron en la máxima categoría mundial. A la Fórmula 3000, organizada por la Federación Internacional del Automóvil (FIA), solía denominársela también como Fórmula 1 Junior, lo que marca la importancia que tenía en el ámbito del automovilismo deportivo mundial.

Ganar en Mónaco tiene un sabor muy especial por diversas razones. Se trata de un durísimo circuito diagramado en las tortuosas calles del Principado, lo que exige un esfuerzo extra a los pilotos. Los que se destacan en Mónaco dan una clara muestra de su talento y sus condiciones, sin ninguna duda. Además, todo el entorno del Principado le otorga a la competencia un toque diferente, único e incomparable.

En 1999 Gonchi competía para el equipo Astromega, una escuadra belga dirigida por Mikke van Hool a la que el inolvidable piloto uruguayo se había unido el año anterior. Fue en esa temporada de 1998 que logró su primera victoria en la categoría, ganando el Gran Premio de Luxemburgo disputado en el circuito alemán de Hockenheim.

Ese sábado 15 de mayo Gonchi iba a vivir en Mónaco su hora más gloriosa.

Por supuesto que no iba a ser nada fácil. Pero en la trayectoria deportiva de Gonchi nada había sido fácil, así que estaba acostumbrado a luchar contra las dificultades y los inconvenientes.

Para ese gran premio se habían anotado 42 participantes en la Fórmula 3000, lo que habla claramente de la jerarquía de la categoría y de la expectativa que generaba. Además, en Mónaco, como tal vez en ningún otro circuito del calendario, los “espías” de las grandes escuderías de Fórmula Uno estaban permanentemente al acecho, buscando nuevos talentos. Otro motivo para que los pilotos trataran de destacarse frente a los “caza talentos” y, por supuesto, ante el gran público.

De los 42 participantes inscriptos, solamente 26 podían largar la carrera.

Y Gonchi estaba largando el gran premio desde la primera fila, en el segundo cajón de la grilla, como escolta del alemán Nick Heidfeld, quien luego tuvo una dilatada trayectoria en la Fórmula Uno.

Gonchi se mantuvo en la segunda posición de la competencia hasta que Heidfeld se detuvo.

A partir de ese momento, el piloto uruguayo capturó el liderazgo y comenzó a elaborar una gran diferencia, que le permitió llegar al banderazo final completamente despegado de sus perseguidores, ganando la competencia por más de medio minuto de ventaja sobre su escolta.

Lo demás, es inolvidable. Ese enorme festejo que pretendía no tener fin, con la sonrisa de oreja a oreja y la copa en alto, símbolos de una victoria y una jornada inigualables. Señales de un recuerdo imborrable que perdura en forma permanente en la memoria de quienes, a la distancia, tuvimos el placer y el orgullo de disfrutarlo.  

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