Mis primeros recuerdos “tuercas” corresponden a los años 60, cuando junto con mi padre íbamos a El Pinar a ver la carrera “Seis Horas Shell”. Entre espectaculares vehículos de diverso porte y potencia, mi preferencia se dirigía a los pequeños Morris Mini Cooper, conducidos por los hermanos Paullier.
Con el paso de los años, el diseño y la performance de los autos ha ido cambiando, acompasándose a las nuevas tendencias de la tecnología y el equipamiento, adaptándose a las preferencias y exigencias de los usuarios.
Pero lo que no ha cambiado en absoluto es la personalidad y el ADN de MINI, una marca fiel a un estilo vanguardista, singular e inconfundible, que hace a sus modelos únicos e irrepetibles. Desde sus orígenes y a través de sus diversas etapas, MINI ha sido un ícono de la industria automotriz británica.
Hace unos días, por gentileza de Motor Haus, el importador y representante oficial en Uruguay de la afamada marca británica, tuve el placer de conducir el MINI Cooper SE Countryman All4, un auto espectacular, con un estupendo diseño, un equipamiento Premium y unas fantásticas prestaciones.
Exteriormente, las diferencias estéticas de este primer modelo híbrido enchufable de MINI con respecto a las otras versiones, son prácticamente nulas. Tiene la “S” ubicada en la parrilla delantera, y en el portón trasero, a lo que se le suma también la “E” que va en la tapa del enchufe, ubicada en el guardabarro delantero izquierdo, llevándola también en el portón trasero. También se diferencia por tener una sola salida del caño de escape, al contrario de los otros modelos que tienen doble salida.
Pero lo más importante y trascendente es lo que se refiere a la motorización.
Este modelo viene equipado con un motor naftero, tres cilindros, turbo, de 1.5 litros de cilindrada, que eroga 136 CV, asociado a un sistema de transmisión automático de seis velocidades, al que se le suma el KERS, (Kinetic Energy Recovery System), o sistema de recuperación de energía cinética, que es un dispositivo que utiliza la energía cinética producida al frenar el auto, almacenándola y transformándola en energía eléctrica. A su vez, al motor térmico también se le suma uno eléctrico que proporciona otros 88 CV, para alcanzar una potencia combinada de 224 CV. El motor eléctrico se ubica en el tren trasero, otorgando al modelo las condiciones de un vehículo de tracción integral. El pack de baterías es de iones de litio con una capacidad de 7.6 kWh.
El MINI Cooper S E Countryman All4 está configurado para poder moverse en modo 100% eléctrico, o 100% impulsado por el motor a nafta, y también mediante una combinación de ambos impulsores, disponiendo de diversos modos de conducción.
Interiormente es típicamente un MINI, con un muy agradable diseño, materiales de gran calidad y el clásico equipamiento Premium de la marca.
En el tránsito urbano, es sumamente ágil, dócil y completamente silencioso en modo eléctrico. La dirección es eficaz y precisa. Cuando se produce la transición al motor a combustión es realmente suave y casi imperceptible.
En ruta, el desempeño es brillante, con una gran estabilidad, gracias a una muy bien lograda puesta a punto del sistema de suspensión, lo que permite un gran confort y otorga gran seguridad en todo momento. El fin de semana que disfrutamos del MINI tuvo un clima muy malo, con condiciones de poca adherencia en ruta, pero nada fue obstáculo para él. Incluso, transitando por caminos vecinales sus prestaciones fueron estupendas, con una agradable y placentera sensación de manejo en todo momento.
