Una de las novedades más importantes del Salón del Automóvil de Detroit realizado el pasado mes de enero, fue la confirmación de la alianza concretada entre Ford y Volkswagen, con la finalidad de desarrollar y producir camionetas y vehículos comerciales para los mercados globales. Alianza que implicaba la concreción de un acuerdo de colaboración en diferentes áreas entre estos dos colosos de la industria automotriz mundial.
Desde el primer anuncio se dejó en claro que el acuerdo no incluía el intercambio de participaciones accionarias de ninguna de las dos partes. Otro de los destacados aspectos que marcaba el anuncio del acuerdo fue el de trabajar en el desarrollo en conjunto de vehículos completamente eléctricos y con tecnología autónoma.
Ahora, ambos colosos de la industria automotriz global han confirmado su participación en Argo Al. Argo Al es una empresa dedicada al desarrollo de tecnologías aplicables a vehículos autónomos, tanto para movilidad de pasajeros como para reparto de mercaderías, etc.
También te puede interesar: Los Ford A se fueron de paseo
La inversión total se estima en más de 2.600 millones de dólares y Argo Al proveerá a las dos empresas, Ford Motor Company y Volkswagen AG, de la tecnología necesaria para el desarrollo de los vehículos autónomos que cada una de las compañías desarrollará y construirá en el futuro.
La sede europea de Argo Al estará ubicada en Alemania, en Munich, mientras que la sede central de la empresa estará en Estados Unidos, en la ciudad de Pittsburgh, estado de Filadelfia.
Dentro del acuerdo, Ford se beneficia con la utilización de la plataforma MEB de la empresa germana, como así también de diversos elementos y desarrollos para la fabricación de futuros modelos eléctricos. Se estima que el primer producto de la marca del óvalo, fruto de esta alianza, estará llegando al mercado europeo en 2023.
A su vez, Ford también confirmó que espera construir en los próximos seis años unos 600.000 vehículos con base en la plataforma MEB. La información vuelve a destacar que las dos empresas seguirán manteniendo su respectiva independencia accionaria.
