Por invitación de Multimotors, el Importador y Distribuidor Oficial de Porsche para Uruguay, tuvimos el placer de viajar nuevamente a México para tener, en este caso, nuestro primer contacto con la octava generación del Porsche 911 en sus versiones Carrera S y Carrera 4S. Una vez más volvimos a sorprendernos, con los adelantos tecnológicos, la performance y el equipamiento de los que hace gala el icónico modelo. Parece imposible, pero en cada versión, Porsche logra maravillarnos con sus desarrollos y con su capacidad de llevar a límites insospechados la perfección de su emblemático auto deportivo, del cual, desde su lanzamiento en 1963, se han producido más de 1.049.000 unidades, lo que marca claramente la preferencia del público y también su notable vigencia a lo largo de todas estas décadas.
El evento constó de dos partes. La primera, en el autódromo Hermanos Rodríguez, de la capital azteca, en el que se disputan el Gran Premio de México de Fórmula Uno y el E-Prix del certamen FIA de la Fórmula Eléctrica. Un circuito estupendo, que ya habíamos conocido en una anterior presentación de Porsche y en el que el nuevo 911 mostró sus excepcionales aptitudes. La segunda parte se trató de un tramo en ruta, ida y vuelta entre Ciudad de México y la localidad de Puebla, donde el icónico deportivo hizo gala de su espectacular performance en el tránsito urbano y en autopista.
La presentación del 911, señalado internamente como 992, estuvo a cargo de Elizabeth Solís, RRPP de Porsche y de Roberto Solares, gerente de capacitación de Porsche en México.
Esta octava generación no ofrece ningún tipo de dudas de que es un auténtico heredero del exitoso ADN del 911, ratificando lo expresado por los voceros de Porsche, con respecto a que cada versión tiene que ser diferente, pero debe mantener los rasgos más típicos y se tiene que distinguir con respecto a los anteriores.
Exteriormente, el frente del 911, rediseñado con claras reminiscencias de modelos anteriores, se destaca por los guardabarros más altos que el capó, lo que le otorga un carácter más agresivo, resaltando aún más el aspecto deportivo, con las nervaduras en el capó, contando con nuevas toma de aire y rejillas frontales móviles, que van variando de posición automáticamente de acuerdo a la velocidad del auto.
En la parte trasera se destacan las nuevas tomas de aire longitudinales, la luz de freno que es vertical, simulando el número 11, el alerón más ancho y la banda luminosa que va de lado a lado.
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El nuevo motor bóxer biturbo, de 2.981 cc., se ha perfeccionado, para lograr una combustión optimizada y ahora entrega 450 HP, 30 más que la versión anterior y está asociado a la nueva caja de cambios de doble embrague (PDK) de ocho velocidades. El torque es ahora más progresivo, no abrupto. El turbo también es de nuevo diseño y funciona en sistema “espejo” girando en dirección opuesta uno con respecto al otro. El intercooler se ubica ahora en posición central, logrando así mejor refrigeración y un mayor rendimiento.
Para alcanzar los 100 km/h, desde cero, el 992 necesita 3.7 segundos, o sea, cuatro décimas menos que su antecesor, mientras que para llegar a los 200 km/h “demora” 12.4, mientras que el modelo anterior necesitaba 13.2 segundos. La velocidad tope es de 308 km/h. En el mítico circuito de Nurburgring, el nuevo modelo empleó 7.25 minutos para completar el recorrido, bajando en cinco segundos la marca de la versión anterior, producto del desarrollo motriz, el menor peso y las mejoras aerodinámicas.
Por primera vez, las ruedas delanteras y traseras tienen diferentes diámetros, (20” adelante y 21” atrás) con la finalidad de lograr un mejor comportamiento, acorde a los requisitos de equilibrio dinámico del auto.
En el interior, uno de los cambios más notables es el del tablero, que regresa a la posición horizontal, tal como la tenía el 911 original de 1963. Está equipado con tres pantallas, dos de 7” ubicadas frente al conductor y la otra, en posición central, de 10.9” para el Porsche Communication Management (PCM).
Otra de las modificaciones ha sido realizada en la dirección, que ahora es más directa, permitiendo una conducción más precisa y deportiva.
En el rubro seguridad, se destaca el nuevo modo “Wet”, una innovación mundial, el cual, mediante unos sensores acústicos ubicados en los guardabarros delanteros detecta el pavimento mojado, avisando al conductor para extremar la atención.
Otro de los grandes adelantos tecnológicos disponibles en el nuevo 911 es el asistente de visión nocturna, el cual permite detectar obstáculos hasta una distancia de 300 metros.
Las pruebas dinámicas realizadas tanto en el autódromo como en el tránsito urbano y en autopista, demostraron claramente las excelsas cualidades del 911, con un andar franco, seguro, de neto carácter deportivo, marcando claramente el éxito de este nuevo modelo, el cual potencia aún más el slogan de Porsche: “nacido para competir”.
