La antigua frase “me voy antes que me echen” ha cobrado vigencia una vez más en las últimas horas, en este caso por parte de Carlos Ghosn, quien prefirió renunciar al cargo de presidente de Renault, antes que esperar que el Consejo de Administración de la compañía del rombo le diera el cese.
El empresario brasileño se encuentra preso en Japón desde el mes de noviembre del año pasado, acusado de omisión en su declaración de ingresos y malversación de fondos de la empresa Nissan en provecho personal para cubrir sus pérdidas económicas. El juicio puede llegar a demorar por lo menos seis meses más todavía, lo que implica que Ghosn deberá permanecer encarcelado, como plazo mínimo, hasta mitad de año.
Ghosn se ha declarado inocente de todos los cargos que se le han imputado, pero de todas maneras renunció a su cargo en Renault.
Las otras dos compañías que integran junto a la empresa gala una poderosa alianza, Nissan y Mitsubishi, ya lo habían cesado a Ghosn poco tiempo después de haber sido encarcelado por orden de la justicia japonesa.
La renuncia de Ghosn se vio influida también por la decisión del gobierno de Francia (que es el accionista mayoritario de Renault, con un 15.01% del paquete accionario), que pidió un cambio en el liderazgo de la compañía, presionando de esa manera al brasileño.
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En una entrevista para la televisión, el ministro de Economía de Francia, Bruno Le Maire, fue quien dio a conocer la noticia de la renuncia de Ghosn.
También se dio a conocer en las últimas horas un importante cambio en la organización interna de Renault.
Ghosn ocupaba dos cargos en la compañía gala: era el presidente y también el director ejecutivo.
Ahora, esto ha variado y esas dos funciones no se centralizarán en una sola persona, dado que la compañía ha decidido repartir las responsabilidades.
El nuevo presidente es Jean-Dominique Senard, quien anteriormente ocupaba el cargo de presidente en la compañía de neumáticos Michelin. Por su parte, Thierry Balloré continuará desempeñándose como director ejecutivo de Renault.
Voceros japoneses han señalado que el futuro de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, no corre peligro alguno.
Observadores calificados han señalado que la gran incógnita que se plantea actualmente es saber quién será el nuevo presidente de la Alianza, cargo que aún no ha sido definido y para el que, por el momento, no se han señalado potenciales candidatos.
