Hijos de Fangio en Silverstone


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Hijos de Fangio en Silverstone

Cada edición de una carrera de Fórmula Uno tiene su selecto núcleo de invitados de honor.

El legendario Gran Premio de Inglaterra no es la excepción y, año a año, celebridades provenientes de distintas partes del mundo se hacen presentes en el mítico circuito de Silverstone.

Este año, la carrera británica tuvo dos invitados de honor muy especiales: los dos hijos del quíntuple campeón del mundo Juan Manuel Fangio quien fue uno de los participantes del primer gran premio de la historia de la Fórmula Uno, disputado en Silverstone el 13 de mayo de 1950.

El recordado piloto balcarceño falleció el 17 de julio de 1995, a los 84 años, sin haberse casado y sin haber reconocido a sus hijos.

Sin embargo, Oscar Espinoza y Rubén Vásquez, han podido comprobar que son hijos biológicos de Fangio y, por primera vez, acudieron juntos a un Gran Premio de Fórmula Uno como invitados de honor de la organización.

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Hijos de Fangio fueron invitados de honor en Silverstone. Ambos se presentaron orgullosos con el apellido de su legendario padre.

Varios medios especializados reseñaron que del quíntuple Campeón del Mundo de automovilismo, Juan Manuel Fangio, fueron invitados de honor en el paddock del Gran Premio de Gran Bretaña que se celebró el pasado fin de semana como décima prueba del Campeonato del Mundo de Fórmula 1.

Espinoza y Vásquez, ambos septuagenarios, lograron demostrar su parentesco con el gran piloto argentino luego de un largo proceso legal que incluyó la exhumación del cadáver de Juan Manuel Fangio, en Balcarce, Argentina.

Una vez examinadas las pruebas de ADN, el resultado positivo de estas hizo que las autoridades forenses y legales de Buenos Aires, en Argentina, reconociesen a Espinoza y Vásquez como hijos legítimos del Campeón, expidiendo los correspondientes documentos de identidad.

Ya públicamente reconocidos como hijos de Fangio, Vásquez y Espinoza se han reconocido mutualmente como hermanos y disfrutan juntos los privilegios de su nueva condición. Ambos fueron invitados a Europa por empresas y equipos antiguamente relacionados con Juan Manuel Fangio y los organizadores del Gran Premio de Gran Bretaña les expidieron pases.

“Estamos juntos y estamos disfrutando. Por encima de todo nos sentimos muy orgullosos de ser hijos de un gran Campeón”, dijeron ambos a medios hispanos.

Fangio disputó por vez primera el Gran Premio británico en Silverstone en mayo de 1950 y lo ganó en 1956, con Ferrari.

“Todo esto es fabuloso, es indescriptible y es muy emocionante”, dijeron los hermanos a medios especializados, mientras disfrutaban del ambiente de las carreras.

Como suele suceder, cada grilla de los Grandes Premios de Fórmula 1 es una caja de sorpresas por las celebridades invitadas. Por ejemplo en la previa del Gran Premio de Gran Bretaña el actor Michael Douglas, entre otros, disfrutaba de ese momento único a minutos de la largada. Pero allí también estaban dos argentinos que llamaron la atención de toda la prensa internacional: los hijos de Juan Manuel Fangio: Rubén y Oscar.

Los herederos de Fangio, invitados por Alfa Romeo y el equipo Sauber, presenciaron el Gran Premio de Gran Bretaña, de Fórmula 1, y fueron centro de atención de muchos, que conocían a los hijos del gran campeón argentino.

Entre quienes se acercaron a Rubén y Oscar “Cacho” Fangio, más allá de los medios internacionales, fue un gran admirador de su padre: el británico Jackie Stewart, ex campeón mundial que en 1995 viajó a Balcarce para despedir al Quíntuple cuando falleció.

“Estoy muy feliz de estar acá junto con Cacho. Es una experiencia formidable vivir la Fórmula 1 como lo estamos haciendo nosotros ahora acá”, comentó Rubén a la cadena Fox. En tanto Oscar indicó: “Es la primera vez que duermo tres meses en una habitación con un hermano. Aquí todos nos tratan muy bien. Claro que tenemos detrás la tarjeta y la chapa de nuestro padre, por eso es todo distinto. Ahora disfrutamos de todo eso”.

La Justicia declaró hace unas semanas que Rubén es hijo de Juan Manuel Fangio, producto de una relación entre Juan Manuel y Catalina Basili, mujer que murió en 2012, a los 103 años, y que había admitido, ante escribano público, que Rubén era hijo de ambos, tras un romance vivido en los años 40.

Todos los bienes del automovilista, hasta este momento en manos de una sociedad anónima conformada por sobrinos del corredor, que en vida no reconoció hijos ni contrajo matrimonio. En 2016, el hombre tuvo su documento de identidad donde figura ya como Rubén Fangio.

En el camino del extenso recorrido judicial de Rubén, y mediante otro proceso de investigación en tribunales, apareció Oscar Cacho Espinosa, otro hombre que decía ser hijo de Fangio. Pero, a diferencia del jubilado ferroviario, Cacho había tenido un vínculo con el corredor.

Tras otro juicio de filiación y mediante una prueba de ADN, se determinó que Cacho también es hijo del quíntuple campeón de la Fórmula Uno.

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Entre otros productos, hay más de 69 artículos con la marca Fangio, entre vinos, relojes, indumentaria deportiva, indumentaria de vestir y calzado deportivo, además de un automóvil que podría salir en el futuro con el nombre del corredor argentino.

Oscar “Cacho” Espinosa, asegura ser su hijo. “Es idéntico a él. Me trajo 50 cartas escritas por Fangio hacia su madre, donde le hablaba de un «Oscarcito». La relación con su madre era notoria y extraña porque era extramatrimonial. Hay fotos con la mujer, ella lo acompañó a Europa y le hacía de comer a él y a su equipo”, añadió.

La historia de Fangio, fallecido el 17 de julio de 1995 a los 84 años, ya que se generó controversia con la dilatada confirmación del vínculo filiatorio de Espinosa, en diciembre de 2015, y Vázquez, en febrero de 2016.

Respondió Espinosa, fruto de la relación de Fangio con Dora “Beba” Barruet. Cacho fue piloto. Corrió en TC, Sport Prototipos, TN, en 1966 participó en la Fórmula 3 Europea en la temporada internacional en nuestro país y en otras fechas en Europa y en 1969 integró la Misión Argentina en las 84 Horas de Nürburgring, competencia en la que el Chueco fue el director del equipo. “No fui piloto por querer llevar su apellido. Nadie me regaló nada y todo lo conseguí por mi esfuerzo. Mi padre era muy especial para dar un consejo. Tenía un trato más docente que paternal, pero ello no quita su sabiduría sobre los autos de carrera”, agregó Espinosa, que vive en Mar del Plata y a quien Fangio presentaba como su “sobrino”.

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