En esta época estival, se produce un notable incremento en la cantidad de vehículos que transitan diariamente por las rutas, a lo que hay sumarle que durante los fines de semana aumenta considerablemente la cantidad de gente que viaja al interior del país, especialmente a las zonas balnearias, por lo que las medidas de seguridad en el tránsito deben extremarse.
Cuando se proyecta un viaje de larga duración es recomendable realizar una revisión del vehículo, a lo que hay que sumarle la preparación correspondiente. Seguramente muchos lectores considerarán que este es un tema insignificante o ridículo. Pero, lamentablemente, en buena parte de los siniestros de tránsito, influyen factores como los que vamos a tratar a continuación.
Por más que en los vehículos se haya logrado realizar importantísimos avances en materia de seguridad activa y pasiva, el factor humano sigue ocupando un lugar preponderante y en más del 90% de los casos, es un error humano el que provoca el siniestro de tránsito, muchas veces lamentablemente, con saldo fatal, como lo hemos visto en lo que va del presente año.
Es habitual “planificar” un viaje pensando: “salgo de trabajar, apronto el bolso y arranco”. Esto puede ser un error enorme, porque tras una jornada de trabajo, el organismo necesita descansar, aunque sea una o dos horas, más en esta época de tanto calor. Salir descansado o no, puede significar llegar felizmente a destino o no. También es recomendable ingerir algún alimento antes de salir. Por supuesto no es recomendable comer demasiado, porque eso provoca una molesta y peligrosa modorra, pero sí es bueno ingerir alguna comida liviana, preferentemente frutas. También se debe tomar agua, para estar hidratado y se recomienda llevar una botella para tener a mano durante el viaje.
Nunca tome bebidas alcohólicas ni consuma drogas antes de un viaje ni durante el recorrido. No sólo porque está prohibido por ley, sino, principalmente, porque provoca alteración de los sentidos y disminución de los reflejos.
Esto aplica también para ciertos tipo de medicamentos, como ansiolíticos, relajantes musculares, antihistamínicos (antialérgicos), etc., los cuales pueden provocar efectos perjudiciales durante la conducción, tales como falta de atención y de reflejos, sedación y somnolencia. Evite usar el celular mientras conduce, esto es un importante factor de distracción, al igual que ir tomando mate comiendo, etc.
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Es importante ventilar el habitáculo. Con el paso de los kilómetros, el aire del interior del auto tiende a enviciarse, lo cual es perjudicial para el conductor.
No supere la cantidad de pasajeros permitida para el vehículo. Todos deben viajar con los cinturones de seguridad colocados.
Los menores de 12 años deben viajar en los asientos traseros, utilizando los correspondientes sistemas de retención infantil. Recuerde que cada niño necesita un sistema de retención específico, acorde a su peso y tamaño.
No lleve objetos sueltos dentro del habitáculo, pueden ser sumamente peligrosos en caso de choque, vuelco o de una frenada brusca.
En un choque a 60 kph el peso de un objeto se multiplica por 56 debido a la inercia del vehículo, lo cual puede llegar a transformarlo en un mortífero proyectil dentro del auto. Piense que un bolso o mochila de 10 kilos, puede llegar a pesar 560 kilos. Como si fuera un caballo…
Si puede, coordine la hora de partida para tratar de evitar los momentos de mayor tránsito en la ruta. Y trate de no proponer de antemano una hora fija de llegada, porque la ansiedad puede resultarle perjudicial. Mucha gente prefiere viajar de noche. “Hay menos tránsito y es más tranquilo”, dicen. Viajando de noche, la capacidad de visión se reduce hasta en un 15% y el paisaje desaparece en un 80%, provocando la sensación de que se viaja por un túnel. El resultado es mayor cansancio y riesgo.