Alfredo Mariño tuvo un fin de semana soñado y se llevó la Copa “Jorge Rodríguez” al ganar la octava fecha del certamen de Superturismo disputada en el autódromo de El Pinar en una hermosa jornada ante una gran cantidad de público.
El veterano piloto, demostró su clase, su talento y su vigencia, consiguiendo el mejor tiempo en clasificación, ganando su serie de punta a punta y liderando la carrera final de principio a fin, con un dominio absoluto en una competencia que tuvo un trámite infernal con cuatro pilotos con serias aspiraciones de pugnar por la victoria.
En clasificación, Mariño marcaba 1’ 20” 892/1000. Cyro Fontes quedaba en segundo lugar, seguido por Fernando Etchegorry, Fernando Rama, André Lafón y José Luis Matos.
En la primera serie del sábado Cyro Fontes llegó primero, pero fue penalizado con un segundo por haber tocado un cono, por lo que el triunfo fue para Fernando Rama, escoltado por Fontes, con Gabriel Beltrán en el tercer lugar. Fabricio Larratea quedaba cuarto, Juan Manuel Casella quinto y Hernán Giuria, sexto.
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La segunda serie tuvo como ganador a Mariño, seguido por Fernando Etchegorry y Michel Bonnin, que también tuvo un segundo de penalización, quedando cuarto y subiendo André Lafón al tercer puesto. Jorge Pontet fue quinto y Gonzalo Reily, sexto.
Para la final, Mariño largaba desde la posición de privilegio, escoltado por Rama. La segunda fila era para Etchegorry y Fontes y la tercera la ocupaban Lafón y Beltrán.
Mariño largó muy bien, ubicándose como líder, escoltado por Rama. Atrás se ubicaban Fontes y Lafón. Ellos cuatro iban a ser los grandes protagonistas en la vanguardia de la carrera, con ínfimas diferencias y una batalla sin cuartel. En la primera vuelta ya ingresaba el auto de seguridad. Beltrán estaba quinto y Larratea se ubicaba sexto.
Al relanzarse, Mariño, Rama, Fontes y Lafón se escapaban un poco de sus persegidores.
A mitad de carrera abandonaba el líder del campeonato, Horacio García, por causa de problemas mecánicos. Adelante, todo seguía igual, Mariño lideraba, pero no tenía respiro. Rama lo escoltaba y a esa altura de la carrera ya se ilusionaba con la vanguardia del campeonato.
Fontes y Lafón peleaban duramente por el tercer escalón del podio, pero sin excesos. El salteño buscaba el espacio para superarlo, pero el piloto de Piriápolis defendía muy bien su posición y la lucha se hacía entretenida. Más atrás, Beltrán, en su mejor gestión desde que se incorporó al Superturismo, soportaba los embates de Larratea, que también buscaba sumar buenos puntos para la pelea por el campeonato. Etchegorry era séptimo, seguido por Frederick Balbi.
Las diferencias entre Mariño y Rama oscilaban entre 500 y 900 milésimas, mientras que Fontes le llevaba medio segundo a Lafón y Beltrán y Larratea continuaban con su particular duelo.
El final marcó la incuestionable victoria de Mariño, cerrando un estupendo fin de semana. Una victoria que marca su vigencia y, que tal como lo expresara el propio piloto, sirve para sumar fuerzas para el futuro. Ganó ajustadamente sí, pero en todo momento dio una absoluta sensación de solvencia y de tener la situación dominada, por más que Rama jamás claudicó en sus esperanzas de discutirle el liderazgo.
Mariño se consolidó desde el comienzo en la primera posición y allí se mantuvo las 20 vueltas con categoría, experiencia y jerarquía. A 20 años de haber sido campeón nacional sigue demostrando su vigencia.
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Rama fue segundo y es el nuevo líder del campeonato. Un piloto que sabe sacarle partido a las situaciones favorables que se le presentan, que ha tenido buena regularidad en la sumatoria de puntos y que, nuevamente, llega al tramo final de un campeonato peleando por la vanguardia. Y eso no es casualidad. En la última vuelta, Lafón se quedó con la tercera posición, relegando a Fontes al cuarto lugar. Gran gestión del salteño cerrando un muy buen fin de semana, subiéndose al podio y ganando la Copa de Particulares.
Magnífica gestión de Gabriel Beltrán, ubicándose en quinto lugar. Es para destacar lo del piloto de Tarariras, que nunca bajó los brazos, redobló esfuerzos y logró llegar a las posiciones de privilegio. La Copa de Particulares la ganó, como decía, el salteño Lafón, seguido por el coloniense Beltrán y el sanducero José Luis Peirén. Un podio formado totalmente por pilotos del interior del país, lo que marca la integración total del automovilismo en esta espectacular categoría.
