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Finalmente, en el Gran Premio de Japón, disputado en el circuito Mobility Resort Motegi y a falta de cinco fechas para terminar la temporada, Marc Márquez logró culminar exitosamente el mayor desafío de su vida, coronándose nuevamente campeón del mundo de MotoGP en su primera temporada compitiendo con el equipo oficial Ducati, logrando de esa manera su séptima corona, a las que hay que agregarle las obtenidas en las categorías 125 cc y Moto2, totalizando nueve conquistas.
Así, el catalán, oriundo de Cervera, cerró un largo y duro período, en el que muchas veces lo asaltaron las dudas sobre si continuar compitiendo o abandonar definitivamente su pasión.
Un período que se había iniciado el 6 de octubre de 2019, cuando había logrado su sexto título mundial en MotoGP. Luego de su caída en el circuito de Jerez de la Frontera, en julio de 2020, vinieron duras etapas, con cuatro operaciones y complicados y dolorosos procesos de recuperación, a los que había que sumarle que la Honda ya no era una moto ganadora.
Hasta que en 2024 decidió dejar a la marca japonesa para pasar al equipo Gresini, como paso previo para sumarse, este año a la escudería oficial, Ducati Team.
Y este domingo, en Motegi, después de 2.184 días y muchos durísimos momentos, Marc volvió a calzarse la corona de campeón del mundo, demostrando que, a sus 32 años, continúa totalmente vigente y que sus notables condiciones, su pasión por el motociclismo y su voracidad por triunfos y títulos, se mantienen inalterables.
Ayer, en la carrera Sprint, había llegado como escolta de su compañero de equipo, Francesco Bagnaia, incrementando un poco más su ventaja con respecto a su hermano Alex (Gresini Ducati), que ocupaba la segunda posición en el certamen.
Y hoy, volvió a terminar en la segunda posición, escoltando nuevamente a Pecco, logrando sumar los puntos suficientes como para poder coronarse anticipadamente.
Así cerró una etapa excepcional, con 14 triunfos en las carreras Sprint y 11 en las carreras largas del domingo.
Una temporada excepcional
Desde antes de completarse la primera mitad de la temporada del Campeonato del Mundo de MotoGP, la principal interrogante planteada se refería a cuál sería la fecha en la que Marc Márquez volvería a consagrarse campeón mundial, tal el contundente e inapelable dominio que el español estaba marcando.
Y fue en la fecha 17 de las 22 pactadas y en Motegi, circuito en el que ya se había coronado campeón en 2014, 2016 y 2018.
Una impresionante supremacía, que ha quedado claramente reflejada en las estadísticas y que señalan la enorme diferencia de performance entre el campeón y sus rivales.
Marc ha sumado 541 puntos. Su hermano Alex está segundo con 340 y Francesco Bagnaia tercero, con 274, seguido por Marco Bezzecchi (Aprilia), con 242 unidades.
Foto: EFE.
