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La segunda edición del Gran Premio de Miami marcó un hito histórico en el Campeonato Mundial de Fórmula Uno, porque tres pilotos hispanohablantes coparon las tres primeras posiciones de la grilla de partida: El mexicano Sergio Pérez (Red Bull), el asturiano Fernando Alonso (Aston Martin) y el madrileño Carlos Sainz lideraron la largada de la competencia que volvió a tener como escenario al circuito urbano diagramado en los alrededores del Hard Rock Stadium de Miami (la casa de los Miami Dolphins de la NFL). Desde la cuarta posición partió el sorprendente Kevin Magnussen con el Haas.
Complicado en su vuelta inicial de la tercera serie de clasificación, a lo que se le agregó que la tanda fue terminada antes con bandera roja, debido al despiste de Charles Leclerc (Ferrari), el líder del campeonato, Max Verstappen (Red Bull) tuvo que largar desde la novena posición. Para muchos, esta grilla de largada podría llegar a significar que si Pérez pudiera ganar, se convertiría en el nuevo líder del campeonato mundial. Pero el azteca tenía bien claro que no era la primera vez que su compañero de equipo largaba desde atrás y se venía rápidamente para adelante, metiéndose de lleno en la pelea por la vanguardia del gran premio.
Y así fue. En la vigésima vuelta Verstappen ya tenía en la mira a Pérez, quien en el siguiente giro fue a boxes. Así el neerlandés capturó el liderazgo, manteniéndolo hasta la vuelta 46, cuando le tocó cambiar las gomas, prestándole la vanguardia a Pérez.
Como era de esperar, poco duró la alegría de Pérez, porque en la vuelta 48 Verstappen volvió a quedar primero, ya definitivamente, para adjudicarse la victoria. Pérez terminó en la segunda posición, seguido por Fernando Alonso, que volvió a subir al podio.
Foto: AFP.
