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La inesperada y sorpresiva ausencia de Alex Albon en el Gran Premio de Italia disputado el domingo 11 de setiembre en el Autódromo Nacional de Monza, se debió a un ataque de apendicitis que el piloto tailandés sufrió el sábado 10 por la mañana, lo que obligó a que fuera operado de urgencia, siendo sustituido en el equipo Williams para ese gran premio por el neerlandés Nyck de Vries, campeón del mundo 2021 de la Fórmula E.
Cuando todo parecía indicar que Albon iba a tener un proceso de recuperación satisfactorio, surgieron inesperadas complicaciones al sufrir el piloto una insuficiencia respiratoria, lo que obligó a que fuera ingresado en la unidad de cuidados intensivos con ventilación mecánica.
Finalmente, le proceso de recuperación terminó siendo satisfactorio, por lo que el tailandés recibió el alta en el Hospital San Gerardo de Monza, trasladándose luego a Mónaco, con la finalidad de poder continuar con su recuperación.
Desde el Principado, Albon comentó que ya comenzó a caminar, como primer paso para tratar de acelerar su recuperación teniendo como principal motivo, lógicamente, poder participar en la próxima fecha del mundial, que será el Gran Premio de Singapur a disputarse el 2 de octubre en el circuito urbano de Marina Bay.
Sin embargo los pronósticos no son muy alentadores, a pesar de la gran ilusión del piloto, porque podría no estar totalmente recuperado para la fecha de ese gran premio, a lo que hay que agregarle que es destacado como el más duro y exigente del año.
A pesar de disputarse en horario nocturno, la carrera se desarrolla con una alta temperatura ambiente, a lo que hay que sumarle el altísimo índice de humedad, exigiendo un enorme esfuerzo a los pilotos. Por si fuera poco, la superficie del circuito no es la ideal, con muchos baches, que se suman a las habituales complicaciones de los nuevos sistemas de suspensión que emplea la categoría.
De todas maneras, Albon sigue manteniéndose optimista, aunque sabe bien que su tiempo de recuperación puede llegar a jugarle en contra para poder estar presente en Marina Bay.
Foto: AFP.
