Nelson Vicente – Contacto: [email protected]
Max Verstappen (Red Bull) tuvo un fin de semana soñado y envidiable. El neerlandés ganó en forma categórica el Gran Premio de Emilia-Romagna disputado en el autódromo Enzo y Dino Ferrari de Imola. Pero además, a lo largo de todo el fin de semana demostró que si su auto le permite disponer de la performance necesaria, él es capaz que apabullar a sus rivales, tal como lo hizo en Imola, donde logró el mejor tiempo en la tanda de clasificación, ganó la clasificación al sprint desarrollada el sábado y en el gran premio dominó prácticamente que a su antojo el desarrollo de la competencia, sin rivales a la vista.
Incluso, para muchos fanáticos de la Fórmula Uno, fue muy llamativo que Verstappen haya podido sacarle una vuelta de ventaja a su gran rival del año pasado, Lewis Hamilton, quien en esta temporada sigue penando con un Mercedes falto de performance, por más que su nuevo compañero de equipo, George Russell, se las ingenia para estar cerca de las posiciones de privilegio, tal como lo demostró ayer en el circuito italiano.
Los tifosi de Ferrari, que llegaron al autódromo plenos de fe e ilusión en poder ver y disfrutar de una gran gestión de los autos de Maranello, seguramente se fueron muy desilusionados, porque Carlos Sainz quedó fuera de carrera en la primera curva y cuando Charles Leclerc iba rumbo al segundo escalón del podio, una salida de pista lo obligó a pasar por boxes, cayendo al sexto lugar.
Ganó Verstappen escoltado por Sergio Pérez (Red Bull), con Lando Norris (McLaren) en tercer lugar, seguido por Russell. Valtteri Bottas (Alfa Romeo) fue quinto.
Foto: AFP.
