Nelson Vicente – Contacto: [email protected]
La definición del Rally de Monza, última fecha del certamen mundial 2021, marcó la victoria número 54 en competencias mundialistas de Sébastien Ogier y la conquista de su octavo campeonato del mundo. Si tenemos en cuenta lo que cuesta obtener un título mundial, con el esfuerzo, sacrificio, y trabajo que ello exige, además de contar con destacadas dotes conductivas y un auto a la altura de los requerimientos exigidos, qué podemos decir de un piloto que obtiene ocho títulos, a lo que hay que sumarle que en el año 2008 había ganado el Campeonato Mundial Junior.
Es realmente digna de admiración la trayectoria de este excepcional piloto francés que, según anunció, el domingo pasado terminó de disputar la que fue su última temporada a tiempo completo en el mundial.
Sus inicios en el deporte poco tuvieron que ver con el automovilismo. Aunque parezca casi increíble, en su juventud Ogier fue campeón francés de “bola lionesa”, juego también conocido como petanca, que es muy similar al juego de las bochas que se practica habitualmente en Uruguay, pero que en Francia utiliza bolas metálicas en lugar de bochas de madera, contando también como referencia con un “chico”, que, ese sí, es una pequeña bola de madera. Así Ogier se vinculaba al deporte. Por haber nacido en la ciudad de Gap, en los Altos Alpes franceses, Ogier también se vio tentado, lógicamente, por la práctica del sky, llegando a ser instructor.
Pero por sus venas corría sangre “tuerca”. Siendo pequeño, iba con su padre a ver pasar a los participantes del Rally de Monte Carlo (muy cerca de su ciudad natal) y veía los grandes premios de Fórmula Uno, en los que Ayrton Senna era el favorito de su padre.
Por no tener suficiente dinero, Ogier no pudo competir en karting, pero en 2005 se presentó al certamen de jóvenes pilotos de rally de la Federación Francesa, el que terminó ganando, por lo que en 2006 pudo competir con un Peugeot 206, llevando como copiloto a su, a partir de ese momento, inseparable Julien Ingrassia.
En 2008 fue campeón mundial junior y debutó en la máxima categoría en el Rally de México con un Citroën C2 del equipo de la Federación Francesa. A partir de ese momento su existencia cambió radicalmente, el rally pasó a ser el leitmotiv de su vida y las actuaciones destacadas y los éxitos no demoraron en aparecer. En 2009 se incorporó al Citroën Junior Team, con el que el año siguiente lograría su primer triunfo en Portugal, sumando otra victoria en Japón, ya como integrante del equipo oficial Citroën World Rally Team, junto a Sébastien Loeb.
En 2012 pasó a integrar la escuadra germana Volkswagen Motorsport y corrió utilizando un Skoda Fabia S2000, preparando la llegada oficial al mundial para 2013.
Ese año, Ogier obtuvo el primero de los cuatro títulos mundiales consecutivos que logró con VW.
En 2017 pasó al M-Sport Ford, sumando otros dos campeonatos más, para volver a Citroën en 2019. Pero con la escuadra del doble chevrón nunca pudo coronarse.
Y el año pasado se consagró campeón con Toyota, repitiendo la conquista este año.
Una emotiva despedida
“Como todos se podrán imaginar, estoy muy emocionado. Cuando empezamos junto con Julien a competir en el rally, nunca soñamos que íbamos a conseguir todo lo que hemos logrado. Todo esto ha sido increíble. Hemos trabajado mucho juntos. Por eso, al cruzar la línea de meta nos ha embargado la emoción”.
Así se expresaba Sébastien Ogier, sintetizando sus sentimientos al final del Rally de Monza, que fue la última competencia de la temporada y también la última en la que compitió junto a su histórico copiloto, Julien Ingrassia, quien se retira de la actividad.
Y no es para menos lo que ha sentido el notable piloto francés, quien junto a Ingrassia debutó en el rally mundial hace más de 15 años, manteniendo esa unión hasta el domingo pasado en el exitoso cierre del campeonato mundial de rally.
A lo largo de su formidable trayectoria, el binomio francés disputó 186 competencias válidas por el certamen mundial, obteniendo ocho títulos, 54 victorias y subiendo al podio 91 veces. A eso hay que sumarle que lograron el mejor tiempo en 632 pruebas especiales.
Una trayectoria realmente impresionante la de Ogier e Ingrassia, que le ha permitido a Francia adueñarse casi que totalmente del rally mundial en lo que va del presente siglo, porque a los ocho títulos mundiales de Ogier, hay que agregarle la conquista de nueve campeonatos del mundo consecutivos por parte de Sébastien Loeb.
El futuro estará en el Mundial de Resistencia (WEC)
El cierrre de la temporada 2021 marcó varios hechos históricos: la obtención del octavo título mundial por parte de Ogier e Ingrassia, la despedida del binomio francés de la actividad mundiaista y el final de la era de los World Rally Cars, que luego de un cuarto de siglo dejarán paso a los nuevos autos híbridos de la denominada categoría Rally1.
Y entre tantos hechos destacados, también se confirmó el anuncio de que Ogier tendrá una acotada participación en el próximo mundial de rally con el equipo Toyota. El francés pretende encarar un nuevo desafío, integrándose al Campeonato Mundial de Resistencia (WEC).
Y su objetivo principal son las 24 Horas de Le Mans.