A lo largo de la rica historia de los deportes motorizados hubo infinidad de personajes que se han destacado netamente por sus éxitos, sus hazañas y sus conquistas. Algunos en una categoría específica y otros en varias disciplinas.
Entre quienes han tenido un gran protagonismo en varios niveles se encuentra Mario Andretti, campeón del mundo de Fórmula Uno, ganador de las 500 Millas de Indianápolis y de Daytona, coronado en el Campeonato Nacional del USAC, campeón de la CART World Series y triunfador en su categoría en las 24 Horas de Le Mans, entre otras señaladas conquistas.
Habitualmente se lo ha señalado como un piloto ítalo americano, por un lado por su lugar de nacimiento y por el otro por haber desarrollado la mayor parte de su actividad en Estados Unidos.
Andretti nació en 1940, en Motovun, Istria, cuando esa región pertenecía al Reino de Italia. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Istria pasó a formar parte de Yugoslavia y actualmente pertenece a Croacia. En 1948 la familia Andretti logró huir a Italia, viviendo durante muchos años, como refugiados, en un monasterio en la localidad de Lucca, en la Toscana.
En su adolescencia, un amigo llevó a Mario y a su hermano gemelo Aldo, a Monza para ver una carrera que ganó Alberto Ascari. Mario quedó embelesado con la victoria de Ascari y allí se inició su pasión por el automovilismo. Años después comentaría: “Fue la mayor influencia de mi vida”.
Luego los Andretti emigraron a Estados Unidos, radicándose en Nazareth, Pennsylvania. Con un auto Hudson modificado, Mario y Aldo comenzaron a correr en 1959 en circuitos de tierra, cerca de su ciudad.
Rápidamente Mario comenzó a destacarse, sumando varias victorias, las que posibilitaron que pasara a correr en midget, mientras que a partir de 1964 inició su trayectoria en el Campeonato Nacional del USAC, que por aquella época era la categoría más importante de monopostos de Estados Unidos.
En su segunda temporada en la categoría se consagró campeón, reiterando el éxito en 1966, sumando luego dos vice campeonatos, hasta que en 1969 obtuvo su tercer título en la categoría.
En esa temporada ganó las 500 Millas de Indianápolis y también la famosa trepada Pikes Peak International Hill Climb.
Además, entre 1967 y 1969 el ítalo americano disputó 14 carreras en la categoría NASCAR, logrando la victoria en las 500 Millas de Daytona de 1967.
En aquella época era habitual que un piloto corriera en diferentes categorías en una misma temporada, por lo que no fue de extrañar que Andretti continuara su actividad en Estados Unidos y también comenzara a competir en el Campeonato Mundial de Fórmula Uno, debutando con Lotus en el Gran Premio de Sud África de 1968, escudería en la que estuvo dos años, pasando en 1970 a correr con March. Su primer podio lo obtuvo en el Gran Premio de España de ese año.
En 1971 Andretti pudo cumplir uno de sus sueños, al integrarse a la Scuderia Ferrari. Y no pudo tener mejor debut, fue un estreno soñado, al ganar en Sud África, en su primera carrera con el equipo de Maranello. Con la escudería italiana estuvo dos años y en 1974 y 1975 compitió para el Parnelli Jones Racing.
En 1976 volvió a Lotus, permaneciendo en el equipo de Colin Chapman hasta 1980.
Su mejor año fue el de 1978, cuando se coronó campeón del mundo, en una temporada en la que comenzó ganando el Gran Premio de Argentina, logrando además otras cinco victorias a lo largo de las 16 fechas de las que constó la temporada.
La obtención del título mundial fue una conquista con sabor agridulce para Andretti y el equipo Lotus, porque el día de su consagración en Monza, en el Gran Premio de Italia, falleció su compañero de equipo, y rival en la lucha por el título, el sueco Ronnie Peterson.
Ese fue el último título mundial para Lotus.
En 1981 corrió con Alfa Romeo. Su último año en la Fórmula Uno fue en 1982. Corrió una carrera con Williams y dos con Ferrari.
Esa temporada de 1982 fue muy especial para la Scuderia Ferrari, que contaba con un auto estupendo, el 126C2, pero también con una mala racha increíble, con una pésima relación entre sus pilotos, lo que provocaba duros roces entre ambos. En el Gran Premio de Bélgica falleció Gilles Villeneuve y en el de Alemania Didier Pironi sufrió un brutal accidente que lo radió de la Fórmula Uno.
Patrick Tambay había ocupado el lugar de Villeneuve y para la penúltima fecha, en Monza, Enzo Ferrari contrató a Andretti. Un italiano iba a conducir un Ferrari en Monza, los tifosi deliraban, la expectativa era tan grande que a un entrenamiento privado en Fiorano fueron 15.000 personas. El sábado de la carrera hubo 100.000 espectadores y el gran premio tuvo 150.000 asistentes.
Andrettí comentó: “Cuando conduces para Ferrari en Italia te tratan como si fueras el Papa”.
Ferrari todavía tenía posibilidades de lograr el campeonato de constructores y en Monza se vivía un ambiente muy especial, cargado de ilusiones.
Andretti sorprendió a todos, con una vuelta de clasificación fantástica, que le permitió largar la carrera desde el primer lugar, pero problemas con el acelerador lo relegaron de la vanguardia, terminando tercero, detrás de Tambay y de René Arnoux, que ganó con un Renault.
De todas maneras, los fanáticos ferraristas festejaron como si hubiera sido un triunfo y Ferrari terminó siendo campeón mundial de equipos.
Su trayectoria en la CART de Estados Unidos
Al tiempo que competía en la Fórmula Uno, Andretti corrió una carrera en la CART World Series en 1979, cuatro en 1980, logrando una victoria. En 1981 tomó parte en siete fechas. En 1982 corrió toda la temporada, sumando seis podios y terminando tercero en el campeonato, al año siguiente logró dos triunfos y volvió a ser tercero.
Su gran consagración fue en el año 1984, cuando obtuvo seis victorias y se coronó campeón de la CART.
Al año siguiente lideró las 500 Millas de Indianápolis, pero terminó segundo. En las siguientes temporadas continuó compitiendo, sumando algunos triunfos más, hasta que se retiró definitivamente en 1994.
También compitió en las 24 Horas de Le Mans
La ductilidad de Mario Andretti como piloto quedó claramente de manifiesto con sus destacadas actuaciones en distintas categorías y competencias, entre las que se encuentra la célebre 24 Horas de Le Mans.
El piloto ítalo americano estuvo presente en ocho ediciones de la famosa carrera francesa de endurance. Su mejor resultado fue en 1995, cuando terminó segundo en la clasificación general y ganó su categoría.