Bernard Charles (Bernie) Ecclestone nació en Saint Peter, Suffolk, Inglaterra, el 28 de octubre de 1930. Su padre era un pescador que se ganaba la vida a bordo del barco Elmet, hasta que en 1938 se mudaron a Dartford (Kent). La infancia de “Bungay” (así lo llamaba su madre) transcurrió rodeada de dificultades materiales, agravadas por la escasez provocada por los tiempos de guerra.
Para entretenerse, Bernie armaba y desarmaba bicicletas, motores y máquinas viejas. Las privaciones de esa época lo llevaron a convertirse en un experto del trueque y del intercambio. Su primer trabajo fue de repartidor de diarios, tarea que desempeñaba antes de ir a la escuela. Con lo que ganaba, pasaba por una panadería y compraba panes y bizcochos que revendía en la escuela. Como era muy pequeño y bajo de estatura, algunos niños mayores lo hostilizaban. Para solucionar el problema, él se hizo amigo de otros muchachos, más grandes, quienes, a cambio de algunos productos panificados se ocupaban de protegerlo a él y a su “negocio”.
En su adolescencia se dedicó a reparar y restaurar motos y luego pasó a trabajar en una concesionaria de motos cerca de Dartford, comenzando a correr en moto. Poco tiempo después entró en el negocio de la compra y venta de autos.
Por aquellos tiempos, la venta de autos usados florecía en la calle Warren de Londres y fue allí, en esa turbia zona, donde Bernie comenzó a moverse como pez en el agua, aprendiendo todos los secretos y artilugios de la compra venta.
Se cuenta que Ecclestone solía decir: “No me interesa que crean que soy inteligente, porque me miran con más cuidado y no me favorece. Yo quiero comprarle a gente que se cree que es inteligente y venderle a los que no son tan inteligentes como se creen”.
Así fue como logró progresar y consolidarse en el negocio. Dejó las carreras de motos para comenzar a correr en auto, con un chasis Cooper impulsado por un motor de una moto Norton de 500 cc., debutando en Silverstone en 1951. Ese año ganó el Campeonato Junior de Bands Hatch.
Poco a poco Bernie se fue involucrando cada vez más en las carreras y en 1957 compró el Connaught Engineering, un equipo en el que competía un piloto que él representaba, Stuart Lewis-Evans, quien murió en 1958 por causa de las graves quemaduras en un accidente. Esto afectó a Bernie, que se retiró de las carreras. Ese año, había intentado, sin éxito, clasificar para el Gran Premio de Mónaco.
Bernie volvió a la actividad deportiva comprando una parte del equipo Lotus de F2 y, luego, como representante de su amigo Jochen Rindt, quien falleció en 1970, lo que fue otro duro golpe para Ecclestone.
En 1972, luego de largas negociaciones, adquirió el equipo Brabham de Fórmula Uno. El fundador del equipo, Jack Brabham, había dejado todo en manos del diseñador, Ron Tauranac, quien finalmente le vendió la escudería a Bernie por 100.00 libras. Así inició una meteórica carrera que lo llevó a la cúspide del automovilismo deportivo mundial.
Cuando en 1972 Ecclestone asumió la dirección del equipo Brabham, inició un camino de cambios y transformaciones que generaron una nueva Fórmula Uno, con mayor poder e injerencia de los equipos en la toma de decisiones y en su relacionamiento con los organizadores de los grandes premios, lo que generó mayores ganancias para él y todas las escuderías, además de apropiarse de los derechos de televisón.
En 1978 el inglés pasó a liderar la Asociación de Constructores de la Fórmula Uno (FOCA), encarando a partir de ese momento una nueva etapa en la máxima categoría, que la llevó a concretar un cambio radical y revolucionario desde todo punto de vista. Fueron frecuentes las ásperas y duras reuniones con los organizadores locales, pero también con los propietarios de los otros equipos. Para muchos, sentarse a la mesa de negociaciones con Ecclestone era un verdadero martirio. A la corta o a la larga, el inglés se salía con la suya, sin importar quien fuera el rival de turno. Se aprovechó de la incipiente televisación para quedarse con los derechos de los grandes premios. Famosas fueron sus peleas con Jean Marie Balestre presidente de la FIA y los desencuentros entre los equipos británicos y el resto de las escuderías de la Fórmula Uno, pero siempre el ganador era Bernie.
De a poco comenzó a cimentar un enorme imperio, del que fue amo y señor y que en 2016 vendió a Liberty Media en más de 8.500 millones de dólares.
En 1952 Bernie se casó con Ivy Bramford, con quien tuvo una hija, Deborah. Luego de divorciarse, comenzó una relación con Tuana Tan, nativa de Singapur, con quien estuvo hasta 1982, cuando conoció a Slavica Radic, una modelo nacida en Yugoslavia, que fue su socia en el gran negocio de la Fórmula Uno y con quien tuvo dos hijas, Tamara y Petra. El trámite del divorcio finalizó en 2012, con una compensación de unos mil millones de dólares para Slavica.
En el año 2012 Ecclestone se casó con la brasileña Fabiana Flosi, 44 años menor que él.
En julio de 2020 nació Ace, el cuarto hijo de Ecclestone, quien de esa manera, a sus 89 años tuvo su primer hijo varón.
Es bien conocida la enorme e indiscutible capacidad de Ecclestone por realizar grandes negocios y también su incontenible voracidad por obtener la mayor cantidad de ganancias posible.
Pero, a pesar de todo eso, llamó poderosamente la atención que utilizara un acontecimiento bastante complicado para él, para armar una campaña publicitaria. Todo aconteció en 2010, cuando a la salida de su casa en Londres, Bernie fue atacado por cuatro individuos que le dieron una gran paliza con la finalidad de hurtarle algunas joyas, entre las que figuraba un reloj personalizado Hublot Formula One, de diseño exclusivo, valorado en varias decenas de miles de libras.
Aprovechando la oportunidad, en acuerdo con el reconocido fabricante suizo, Ecclestone hizo una pieza publicitaria en la que se veía su rostro sumamente golpeado y que llevaba la frase: “Miren lo que algunos están dispuestos a hacer por un Hublot”.
