Más de 40 años después de que el Citroën Ami dejara de fabricarse, la marca Citroën recupera ese nombre para un modelo muy diferente a su antecesor.
Muy diferentes en su diseño y en el segmento del mercado al que van dirigidos, el Citroën Ami 6 de 1961 y el Citroën Ami 100% eléctrico de 2020 comparten muchos rasgos además de su nombre.
Hace casi 60 años, el Ami 6 sorprendió al mundo del automóvil por su diseño rupturista totalmente fuera de lo común, con el que se quería optimizar el espacio interior y el volumen del baúl para ofrecer un mayor confort y polivalencia.
Hoy, el Citroën Ami vuelve a romper paradigmas ofreciendo una solución de movilidad disruptiva, ecológica y, como su antecesor, de diseño innovador, muy confortable y a la medida de las necesidades de las personas.
A primera vista, puede parecer que un vehículo de gama media y una solución de movilidad disruptiva y 100% eléctrica no tienen nada en común. Sin embargo, las coincidencias van mucho más allá del nombre, el equivalente francés de la palabra “amigo”, que hace un guiño a la filosofía cercana a las personas de Citroën. Tanto el Citroën Ami 6 como el Citroën Ami actual nacen para cubrir nuevas necesidades y demandas de las personas y lo hacen con un diseño totalmente rompedor.
En el caso del modelo de 1961, su objetivo era introducir a la marca en la gama media del mercado. Citroën, en aquellos años, tenía muy bien cubierto, con sendos modelos míticos, tanto el segmento de los automóviles de lujo, con el DS, como la categoría de los autos económicos y populares, con el 2 CV. Además, quería salir al encuentro de las conductoras, que empezaban a sentarse al volante.
Para enfrentarse al reto de ofrecer un interior confortable con un volumen de baúl importante, el diseñador Flaminio Bertoni dibujó y esculpió la luna trasera con un ángulo totalmente invertido al que se suele utilizar habitualmente. De este modo, las personas que viajaban en la fila trasera disfrutaban del máximo espacio y se mantenía la estructura de carrocería de tres cuerpos con un amplio espacio de carga. Y todo ello en sólo cuatro metros de longitud. En cuestión de estilo, rompió paradigmas con la incorporación de faros rectangulares en una época en la que todos los grupos ópticos eran redondos.
Actualmente, el Citroën Ami 100% eléctrico resuelve la demanda de movilidad ágil y sostenible en las ciudades con una solución que también rompe esquemas. Este objeto de movilidad eléctrico es accesible a todos y a todas. No requiere permiso de conducir y se adapta a las necesidades de cada persona tanto con soluciones de car sharing como de alquiler de larga duración o propiedad.
Como el Ami de hace 60 años, tiene un diseño único en el exterior asegurando un alto nivel de confort en el interior. Sus amplias superficies acristaladas y su techo panorámico permiten disfrutar de la ciudad en 360˚ en un habitáculo cómodo, cerrado y perfectamente climatizado.
La configuración de sus dos asientos y sus zonas de almacenaje situadas bajo los pies de la persona que conduce y en la parte trasera permiten aprovechar el espacio de un modo óptimo.
En el apartado estético y de personalización, si el Ami 6 se abrió a más público con una amplia gama de tapicerías para los asientos, el Ami eléctrico dispone de opciones de personalización capaz de adaptarlo a los gustos y la personalidad de cada individuo. Con casi seis décadas de diferencia, los Citroën Ami responden, de un modo innovador, a nuevas necesidades. Apostando por el diseño, el confort y el anticonformismo.
Fotos: ds-presseservice