La llamada “Triple Corona del Automovilismo Mundial” es un reconocimiento no oficial, pero sumamente apreciado, que se le otorga al ganador de las tres carreras más famosas y emblemáticas del automovilismo deportivo: el Gran Premio de Mónaco de Fórmula Uno, las 24 Horas de Le Mans y las 500 Millas de Indianápolis.
Son tres competencias de características bien diferentes y si bien puede parecer fácil poder lograr la victoria en ellas, sin dudas se trata de un desafío supremo, sumamente complicado y casi que inaccesible, tal como lo marca el hecho que hasta el momento, un solo piloto en el mundo ha podido conseguirlo: el británico Graham Hill.
Por un lado, Mónaco es uno de los grandes premios más emblemáticos de todos los que integran el Campeonato Mundial de Fórmula Uno. Se trata de una competencia que se disputa en un circuito diagramado en las tortuosas calles del Principado, con una exigencia suprema para auto y piloto por las muy particulares características de la pista.
La célebre competencia de las 500 Millas de Indianápolis es una carrera de velocidad pura, que se desarrolla en el famoso óvalo estadounidense, en la que 33 autos giran a fondo durante todo el tiempo, pasando a escasos centímetros de los muros de contención.
Por su parte, la carrera 24 Horas de Le Mans es una prueba de resistencia que se desarrolla en el circuito de La Sarthe, el cual actualmente tiene una extensión de 13.626 metros, incluyendo tramos de vías de tránsito públicas. En este caso, no se trata de autos monopostos como las otras dos competencias, sino que son prototipos o autos deportivos de calle con especificaciones especiales para soportar las exigencias de correr durante un día entero, con breves pausas para cambio de pilotos y neumáticos y reaprovisionamiento de combustible.
Como bien puede apreciarse, tres carreras de características totalmente diferentes, que plantean distintas exigencias a los pilotos poniendo en dura prueba su talento, su coraje y su versatilidad al frente de un volante de competición. A eso hay que sumarle el hecho de que las tres competencias tienen una enorme tradición, para muchos pilotos significan el máximo halago en lo que se refiere a obtener la victoria en cualquiera de ellas por el prestigio y la reputación que adquieren los ganadores de estas emblemáticas carreras.
Hasta el momento, solamente Graham Hill ha logrado el halago de conseguir la “Triple Corona”.
El piloto británico ganó cinco veces el Gran Premio de Mónaco. En 1963, 1964 y 1965, lo hizo con BRM, mientras que en 1968 y 1969 triunfó con Lotus. En el año 1966 ganó las 500 Millas de Indianápolis a bordo de un Lola Ford y en 1972 obtuvo la victoria en las 24 Horas de Le Mans, compartiendo la conducción de un Matra Simca MS670.
De esta manera, Graham Hill concretaba la conquista de la “Triple Corona”.
A todo esto hay que sumarle también que el inglés se coronó dos veces Campeón del Mundo de Fórmula Uno. En 1962 se consagró con BRM, mientras que en 1978 obtuvo el título con Lotus.
En la actualidad, el único aspirante que insiste seriamente en tratar de lograr la “Triple Corona” es Fernando Alonso.
El piloto asturiano, que ganó el Campeonato Mundial de 2005 y 2006 con el equipo Renault, triunfó en el Gran Premio de Mónaco del año 2006, repitiendo el éxito al año siguiente, pero en esa edición, con el equipo McLaren.
En el año 2017, el español debuta en las 500 Millas, conduciendo un auto del equipo McLaren Honda Andretti Autosport. Alonso llegó a liderar la competencia durante varias vueltas, pero terminó abandonando a 21 giros del final, cuando iba séptimo. El año pasado volvió a insistir con su participación en Indy, pero tuvo un estrepitoso fracaso al no haber podido clasificar entre los 33 habilitados para largar.
Con la finalidad de competir en las 24 Horas de Le Mans, en 2018 Alonso se integró al equipo Toyota Gazoo Racing siguiendo con su obsesión de lograr la “Triple Corona”. Fue una edición histórica para Toyota, porque, ante la ausencia de los dos gigantes de Le Mans (Porsche y Audi), la marca japonesa logró su primera victoria en Le Mans, por intermedio de Alonso, junto al suizo Sébastien Buemi y al japonés Kazuki Nakajima, el mismo equipo que en 2019 obtuvo su segunda victoria consecutiva.
Ahora, con la postergación obligada por la pandemia de coronavirus, el asturiano deberá esperar hasta el mes de agosto, para intentar clasificar para la legendaria competencia que se disputará el domingo 23, en la que volverá a intentar triunfar, para de esa manera lograr la ansiada y esquiva “Triple Corona”.
El otro piloto que en los últimos años también se había ilusionado con obtener este tan especial y preciado reconocimiento es Juan Pablo Montoya.
El colombiano ha compartido su actividad entre varias categorías de Estados Unidos y la Fórmula Uno.
Montoya tiene dos victorias en las 500 Millas, la primera la consiguió en el año 2000 con el equipo Ganassi y la segunda en 2015 con la escudería Penske.
En la Fórmula Uno, ganó el Gran Premio de Mónaco del año 2003 con el equipo Williams.
Ilusionado también con alcanzar la “Triple Corona”, Montoya decidió participar en las 24 Horas de Le Mans, inscribiéndose en la edición del año 2018 con el equipo United Autosport en la categoría LMP2, quedando en la tercera posición.
Por el momento, el bogotano parece haber dejado de lado su ilusión de alcanzar la “Triple Corona”, al haber anunciado que no piensa volver a participar nuevamente en Le Mans.