Prácticamente cuando los participantes ya estaban en viaje hacia tierras escandinavas se produjo la confirmación de la disputa del Rally de Suecia, competencia que será la segunda fecha del campeonato mundial y cuya realización había estado seriamente en duda hasta la semana pasada debido a que por causas de las altas temperaturas que ha habido en los países escandinavos, la capa de nieve que cubre los caminos por los que transitará el rally era demasiado fina, con lo que se ponía en riesgo la disputa de la carrera.
Claro que no es la primera vez que esto sucede, porque en los últimos años ha habido problemas de este tipo, pero sin llegar al grado de complicación por el que tuvo que pasar la presente edición.
Vale recordar, que en el año 1990 tuvo que suspenderse (por primera vez en la historia) la disputa del rally debido a que los caminos prácticamente estaban sin nieve.
En el año 1974 la disputa del rally sueco había tenido que cancelarse, pero en aquel momento fue debido a la grave crisis del petróleo.
De todas maneras, a pesar del recorte que se hizo con respecto al diagrama original de esta edición, la cual fue acortada en 130 kilómetros, los problemas para el normal desarrollo de la competencia siguen presentándose.
Este jueves tuvo que cancelarse la disputa de la primera prueba especial de la competencia, el Superespecial a desarrollare en Kärsltad, debido, justamente, a la falta de nieve en el tramo que tiene una extensión de 1.900 metros y, tal como ha sido habitual en las últimas ediciones, abría la disputa del rally sueco.
Las autoridades de la competencia, con una autorización especial de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), se vieron obligadas a cambiar el formato de desarrollo del tramo, que pasó de ser la primera prueba especial, a ser una segunda parte del shakedown de la carrera.
De esta manera, el público pudo ver pasar a los participantes y la televisión pudo realizar su tarea, pero sin que los tiempos marcados en el tramo fueran válidos para la clasificación general del rally.
El posterior desarrollo de la competencia sueca (con tres jornadas a partir de mañana viernes) es una verdadera incógnita. Las temperaturas y el clima han sido demasiados benevolentes este año, con pocas nevadas y temperaturas inusualmente altas para la época invernal, lo que ha provocado la falta de hielo y nieve en los caminos.
El gran problema es que, por reglamento, para la disputa del Rally de Suecia los autos deben calzar neumáticos con clavos, para obtener un mejor agarre en las resbaladizas superficies.
Pero al no haber suficiente cantidad de hielo y de nieve en los caminos, con el paso de los autos la superficie de los tramos comienza a degradarse rápidamente, transformándose prácticamente en un lodazal.
Además, al no haber nieve ni hielo, los neumáticos se degradan muy rápidamente, perdiendo los clavos, provocando de esa manera serios problemas de adherencia.
Desde que el Rally de Suecia comenzó a disputarse en 1950, fue un feudo exclusivo para los pilotos nórdicos, que ganaron todas las ediciones hasta el año 2004, cuando ganó el francés Sébastien Loeb. Su compatriota Sébastien Ogier venció en 2013, 2015 y 2016, mientras que el belga Thierry Neuville triunfó en 2018 y el estonio Ott Tänak fue el vencedor el año pasado.
El máximo ganador de esta competencia es el sueco Stig Blömqvist, que obtuvo siete victorias. En el segundo lugar de los más exitosos está su compatriota Björn Waldegärd, que consiguió cinco triunfos, compartiendo la posición con el finlandés Marcus Gronhölm.
El finlandés Jari-Matti Latvala ha ganado el rally sueco en cuatro oportunidades.
El sueco Kenneth Eriksson, el finlandés Tommi Mäkinen y el francés Sébastien Ogier tienen tres triunfos cada uno.
