A lo largo de las últimas ediciones, el Rally del Atlántico ha tenido como sede a los serpenteantes caminos de las sierras minuanas, un escenario ideal para la el desarrollo de las competencias, por el compromiso que implica tener un auto que soporte el esfuerzo a lo largo de dos duras etapas, un piloto que sepa aprovechar las bondades de su medio mecánico con una buena conducción y un copiloto que logre “cantar” correctamente la hoja de ruta; una hoja de ruta complicada debido a todos los accidentes topográficos de la mencionada zona, lo que lleva a un trabajo de enorme atención y tensión, porque el más mínimo error se puede pagar con el abandono y un buen trabajo para el chapista.
Además, ya es tradicional que el “Atlántico” marque el cierre de la temporada para el Campeonato Nacional y también para el certamen Codasur.
En el plano local, Guzmán Rivero y Francisco Vita volvieron a llevarse la victoria en la categoría RC2N, adjudicándose en propiedad el Trofeo Ricardo Gorbarán, que premia a la mejor tripulación uruguaya, al haberlo ganado por tercer año. Terminaron en el quinto lugar de la clasificación general.
El exitoso binomio venía de obtener el bicampeonato nacional y pretendía cerrar con broche de oro su temporada.
Sin dudas que, en la previa, sus mayores rivales eran Rodrigo Zeballos y Sebastián Dotta y así quedó demostrado a lo largo de las dos duras etapas del rally, con una lucha que se iba definiendo claramente desde la primera jornada en favor de Zeballos y Dotta, debido a algunos problemas que tenían Rivero y Vita, aunque ninguno de los dos binomios se había salvado de las molestas pinchaduras que complicaron su normal desempeño.
Al final de la primera etapa, Zeballos ganaba con una ventaja de 4.43 minutos sobre Rivero, lo que le iba a permitir encarar la actividad del segundo día de carrera con un buen margen de diferencia y de tranquilidad sobre su escolta.
Al final de esa jornada Gustavo Prudente y Juan Villalba quedaban terceros, a más de ocho minutos de los líderes.
En la etapa final, Zeballos siguió ampliando su ventaja, llegando a sumar más de nueve minutos de diferencia sobre Rivero, lo que parecía sentenciar definitivamente la clasificación del rally. Pero es bien sabido que en el automovilismo nada está dicho hasta el final de la competencia.
Cuando faltaban dos kilómetros para el final del último tramo del rally, Zeballos golpeó duramente una piedra que estaba al costado del camino, arrancando completamente el tren trasero del lado izquierdo del auto. Pudo llegar al parque cerrado final, pero por no tener las cuatro ruedas fue excluido de la competencia, quedando de esa manera, casi que sorpresiva e inesperadamente, la victoria en poder de Rivero y Vita, con Prudente y Villalba como escoltas.
En la RC5N se volvió a vivir un muy atractivo duelo que ya se había dado reiteradamente en temporadas anteriores, entre dos binomios que realmente anduvieron en forma magnífica, entregando un gran espectáculo.
Por un lado, Luigi Contín y Federico Rodríguez, que reaparecieron en el plano local, luego de haber estado compitiendo en Chile con destacadas gestiones. Por otro lado, los representantes de Young, Jorge Alfaro y Leonardo Fernández, un binomio exitoso, afiatado y de gran performance. A ellos se les sumaron en esta pugna Ignacio Gardiol y Sebastián González, de gran gestión a lo largo del certamen nacional.
Gardiol arrancó ganando en el primer tramo, con un segundo de diferencia sobre Alfaro y 1.6 segundos sobre Contín.
A partir del segundo tramo Contín pasó a liderar el rally, con Alfaro a 7.5 segundos y Gardiol a 7.8 segundos.
Las diferencias se fueron estirando, mientras Contín se consolidaba como líder, produciéndose el abandono de Gardiol, por lo que la carrera quedaba mano a mano entre Contín y Alfaro, que se ubicaban, en ese orden, primero y segundo al final de la primera etapa, separados por 17 segundos, con Diego Elola y Pablo Lozano ascendiendo al tercer lugar.
A lo largo de la segunda etapa las diferencias se estabilizaron por encima de los 20 segundos. En el último tramo Alfaro y Fernández lograron descontar parte de la ventaja, terminando a 12.5 segundos de Contín y Rodríguez, que se llevaron la victoria, en una muy atractiva definición. Elola y Lozano culminaron en el tercer lugar.
Osvaldo Zabaleta y Darcy Frascheri ganaron en la Clase RC1600, la cual volvió a tener una muy nutrida cantidad de participantes. Ya en el primer tramo sumaban más de un minuto y medio de ventaja, pero en la tercera prueba especial se retrasaban, cayendo al tercer lugar. Mario Sosa y Pablo Villar quedaban como líderes, escoltados por Christian Sosa y Leticia Rodríguez.
En el cuarto tramo, Zabaleta quedaba como escolta de Mario Sosa, con Christian Sosa tercero y en el quinto Zabaleta recuperaba el liderazgo, seguido por los Sosa.
En el final de la primera etapa Zabaleta terminó ganando por 54 segundos de ventaja sobre Mario Sosa, con Christian Sosa tercero a más de cinco minutos.
A lo largo de la segunda etapa las diferencias se fueron incrementando tramo a tramo, hasta culminar el rally con la victoria de Zabaleta y Frascheri, escoltados a 3.57 minutos por Sosa y Villar, mientras Sosa y Rodríguez terminaron terceros, a más de nueve minutos de los ganadores.
Un muy buen cierre del año para Zabaleta y Frascheri, coronando así la obtención del certamen nacional de su categoría.
Las categorías RC2NL y RC4N no registraron arribos.
