Con una definición realmente apasionante, culminó la disputa de la novena fecha de los Superescarabajos, en la que Luis De Luca se quedó con la victoria en un final increíble, con una soberbia maniobra en la curva Gonchi Rodríguez. Como es habitual, la categoría volvió a lucirse, entregando un gran espectáculo en el Víctor Borrat Fabini.
En la clasificación, Diego Howard lograba el mejor tiempo, seguido por Nicolás Alfonzo. Ignacio Abelenda quedaba tercero, Matías Saporitti (líder del certamen) era cuarto, Marcelo Breseciani quinto y Matías Abella clasificaba sexto.
La primera serie culminaba con la victoria de Alfonzo, escoltado por Fernando Braz da Luz. Tercero finalizó De Luca y cuarto Bruno Rodríguez. Saporitti, involucrado en un toque, quedaba décimo y todo hacía pensar que la definición del campeonato se iba a trasladar hasta la última fecha.
En la segunda serie el triunfo fue para Abelenda. Ignacio Vero terminó segundo, Ignacio Massat tercero y Bresciani cuarto. Para la final, la grilla se integró con Alfonzo, Abelenda, Braz da Luz, Vero, De Luca y Massat en las tres primeras filas.
El gran gasto de la carrera lo hizo Nicolás Alfonzo, que lideró las acciones durante la mayor parte de la competencia, colocándose en la vanguardia desde el comienzo, escoltado por Abelenda, quien tuvo que abandonar cuando solamente iban tres vueltas de carrera.
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Adelante, Alfonzo se consolidaba como líder, llegando incluso a sacar más de dos segundos de ventaja. Manejaba el ritmo de marcha criteriosamente, mientras que atrás se entablaba una interesante lucha por las otras posiciones del podio, con Braz da Luz, Massat, De Luca y Vero como principales protagonistas.
En la vuelta 8 ingresó el auto de seguridad y allí desaparecieron las diferencias entre el líder y sus perseguidores y comenzó a cambiar el trámite de la carrera. Al reiniciarse, faltando dos vueltas para el final, Alfonzo perdía el liderazgo, el cual pasaba a manos de De Luca con una estupenda maniobra en la curva Gonchi Rodríguez, superando al líder por afuera.
De allí hasta el final, la prueba tuvo un desarrollo infartante, con hasta tres autos apareados en la misma línea pugnando por el liderazgo, el cual quedó finalmente en manos de De Luca para adjudicarse la victoria, escoltado por Ignacio Massat, con Matías Abella en el tercer escalón del podio. La exigua diferencia del primero al tercero, de solamente 321/1000, explica claramente lo que fue esa apasionante definición. Alfonzo arribó en la cuarta posición, Nicolás Peraza en la quinta y Vero en la sexta.