A pesar de los vaivenes del mercado automotor, Estados Unidos sigue siendo un país muy apetecido por los grandes fabricantes del sector. Por eso, el grupo francés PSA (que engloba a las marcas Peugeot, Citroën, DS, Opel y Vauxhall) ha dejado en claro su intención de ingresar a ese mercado.
Los planes del grupo galo tienen como base a la ciudad de Atlanta, en la cual han fijado su sede para, desde allí, comenzar a programar el desarrollo de sus proyectos.
El plan original para volver a establecerse nuevamente, es a largo plazo, ya que los responsables del proyecto calculan una década para poder cumplir su objetivo.
Sin dudas que el aspecto más complicado, es poder armar una red de concesionarios.
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La estrategia de volver a incursionar en el mercado estadounidense por parte de las marcas Peugeot y Citroën, se basa, justamente en volverse un grupo global y por lógica, sin estar en el segundo mercado más importante del mundo, es imposible lograr ese objetivo. Peugeot llegó al mercado estadounidense en el año 1974 y permaneció allí hasta 1991.
Por su parte, Citröen había llegado a Estados Unidos en 1956, pero se retiró oficialmente en el año 1974.
Con respecto a DS, la marca Premium de Citroën, es absolutamente desconocida en el mercado americano al no tener antecedentes. Opel y Vauxhall estuvieron integrando hasta el año pasado el Grupo General Motors. En algún momento, algunos de sus modelos llegaron al mercado americano bajo la organización de GM.
Voceros del Grupo PSA ya anticiparon que los plazos para la incorporación definitiva de las marcas francesas al mercado galo ya están perfectamente acordados, por lo que recién en el correr de la próxima década comenzarán a verse los primeros resultados de este ambicioso programa.
