Ya con varios cientos de miles de vehículos circulando que representan el ahorro de otras tantas miles de toneladas liberadas a nuestra castigada atmósfera, una vez más se confirma el acierto de aquellos pioneros que iniciaron este proceso.
Sin tantos bombos y platillos BYD también hizo lo suyo y hoy se encuentra entre las marcas que lideran las nuevas tecnologías. Producto de ese trabajo, actualmente se mueven por el mundo flotas de buses y automóviles eléctricos, con algunas unidades llegadas a Uruguay para su evaluación como posibles taxímetros capitalinos.
También, como parte integrante de la nueva generación, en este 2014 se incorporó al mercado el gran sedán híbrido Qin, importado por AFSA, su representante exclusivo en el país. Modelo que, naturalmente, tuvimos el privilegio de probar.
Es fácil imaginar que un coche de casi 4,80 metros de largo, con grandes letras verdes ploteadas gritando a viva voz sus 300 HP de potencia, que acelera de 0 a 100 km/h en 5.9 segundos y que consume 2 litros cada 100 km recorridos, es imposible que pase desapercibido.¿Querés agendar un Test Drive?
Pero no obstante, aún despojado de toda leyenda, es muy atractivo. Las líneas sobrias, con un frontal de faros afilados, luces led y parrilla cromada, y apoyado sobre unas llantas de aleación muy originales, conforman un conjunto elegante con un espíritu moderno capaz de anticipar su condición.
Una vez instalados frente al volante, el BYD Qin inicia un despliegue sorprendente de componentes tecnológicos, mucho más allá de sus opciones energéticas. Presionamos el botón de encendido. Tras un breve sonido de bienvenida, asiento y volante se mueven automáticamente para ajustarse a la posición ya registrada en la memoria del sistema, incluyendo además la de los espejos y la emisora de radio preferida. Tres botones debidamente numerados, ubicados en la puerta del conductor, permiten aplicar cualquiera de las configuraciones preestablecidas, según las preferencias de hasta igual número de opciones.
En la consola central, en torno a la palanca de cambios, se encuentran el comando del freno de mano eléctrico, el selector de modo de conducción y el ya mencionado botón Power.
En el primer caso, la fuerza nace de un motor que puede liberar hasta 148 HP de potencia, que mueven con agilidad sus casi 2 toneladas de peso y permite disfrutar de un confort de marcha inigualable. En este caso, la caja automática interviene con una funcionalidad continua, sin transiciones, que acentúa aún más la sensación placentera.
Mientras tanto, el panel de instrumentos ofrece más información a través de nuevos gráficos. Aparte de la presión de cada neumático, indica el nivel de carga de las baterías, y el consumo de electricidad instantáneo.
La autonomía es de 70 km, suficiente para la movilidad diaria dentro de la ciudad, y requiere un período de 8 horas para la recarga total conectado a un tomacorriente doméstico. Si elegimos el modo híbrido, el sistema inicia el movimiento del auto con un impulso eléctrico, pero una vez que detecta el pedido de mayor potencia, se enciende el motor a combustión, un 4 cilindros 1.5, con 16 válvulas y turbo, que responde con otros 151 HP.
Aquí la cosa cambia. Ante la presión firme del pie derecho, un pequeño salto hacia adelante señala que la tropilla de 300 almas está lista, y el auto reacciona estupendamente. La caja de cambios se asocia a esa fiesta activando el sistema de doble embrague, utilizado en vehículos deportivos, para que sus 6 velocidades transiten y se hagan notar, pero siempre delicadamente. Mientras tanto, en el tablero aparece el cuenta vueltas, para informar el régimen del motor.
Comprobadamente esta opción, diferente a la anterior pero igualmente disfrutable, ofrece una maravillosa economía en el consumo de combustible. El movimiento de la aguja del medidor correspondiente, provoca una sonrisa con su escaso movimiento.
Y el panorama vuelve a cambiar en modo Sport. Aquí toda la potencia está plenamente disponible desde el pique, y la pesada humanidad del Qin es capaz de dejar atrás a encumbrados modelos de otras marcas, con afamadas trayectorias deportivas.
Pero el despliegue de este auto continúa. Además del techo solar eléctrico, cuenta con 10 airbags y frenos inteligentes BOS. Tiene cámaras perimétricas y función surround, con visión de 360º y selector de imagen desde el volante. Los asientos delanteros son calefaccionados y refrigerados, mientras que la pantalla touch administra la navegación (GPS), la telefonía y el sistema de audio.
Que también, junto al climatizador, se pueden regular desde los asientos traseros, con mandos visibles al rebatir el posa brazos.
Un detalle adicional es el ajuste automático de los espejos exteriores, toda vez que colocamos la reversa, para permitir la visión inferior de los laterales.
Finalmente, tal como si BYD se hubiera propuesto hacer una demostración de su potencial tecnológico, Qin admite conducción a distancia. Tal como si fuera un joystick, control remoto mediante, es posible moverlo sin necesidad de subir al auto. El ambiente es refinado, acorde a la concepción general del vehículo. Tapizados en cuero, texturas de calidad y delicados detalles lumínicos, se asocian para generar un bienestar adicional.Qin Hidrid representa un nuevo peldaño en la historia de la industria automotriz. Es claro que el futuro ya está aquí, y BYD lo trae hasta el presente.
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Nota y fotos: Luis César Piedra Cueva – Autoanuario