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El francés le lleva 7,9 segundos a Katsuta y 10,2 segundos a Evans.
Sébastien Ogier terminó liderando la etapa inaugural del Rally de Japón, que es la penúltima fecha del certamen mundial.
El francés encabezó el trío de pilotos de Toyota que se ubicaron en la vanguardia de la competencia al final de las siete primeras pruebas de clasificación.
Ayer, Kalle Rovanperä (Toyota) había marcado el mejor tiempo en el tramo de asfalto del súper especial, el que se diagramó en el Parque Kuragaike, empleando un tiempo de 2’07”5/10, superando por una décima a Ott Tänak (Hyundai) y por tres décimas al representante local, Takamoto Katsuta (Toyota).
Pero hoy, en el complemento de la primera etapa, la situación cambió diametralmente para el finlandés, porque en el tramo de Shinshiro, su Yaris golpeó una barrera de protección, dañando la suspensión trasera izquierda, lo que le hizo perder bastante tiempo, para terminar la etapa en el puesto 17, quedando a casi seis minutos de Ogier, hipotecando en gran forma sus posibilidades de seguir en la lucha por el título mundial.
A mitad de la jornada, la que tuvo como escenario a los intrincados caminos de las montañas de Aichi, el francés lideraba el rally, aventajando a sus compañeros de equipo, Elfyn Evans por un segundo, y a Takamoto Katsuta por 1,7 segundos después de tres muy duras y sumamente exigentes pruebas especiales.
Josh McErlean sufrió una durísima salida de ruta en la tercera prueba especial.
Por la tarde, Ogier logró mantenerse en la posición de privilegio y pudo aumentar la diferencia que le lleva a sus perseguidores.
Al cierre de la etapa, Katsuta quedó a 7,9 segundos, mientras que Evans se colocó a 10,2 segundos del líder.
En la cuarta posición finalizó Adrien Fourmaux (Hyundai), a 24 segundos de Ogier, superando a Sami Pajari (Toyota), por solamente tres décimas. El sexto lugar lo ocupó Ott Tänak (Hyundai), a 72,3 segundos del primero.
Todos los participantes se mostraron conformes de haber podido superar esta primera etapa, disputada por caminos bordeados de árboles, con empinadas subidas y bajadas y mucha humedad en la superficie del asfalto, lo que, lógicamente, dificultaba la adherencia de los neumáticos, variando el agarre en los distintos sectores de un mismo tramo.
Así se expresaba Ogier: “Ha sido un buen día. Hicimos lo que teníamos que hacer hoy. Siempre es emocionante luchar por un campeonato; de lo contrario, no estaríamos aquí. Todavía queda mucho camino por recorrer, pero intentaremos mantener vivas nuestras posibilidades hasta el último momento”, finalizó diciendo.
Fotos: wrc.com
