Nelson Vicente – Contacto: [email protected]
Josef Newgarden (Penske) ganó por segundo año consecutivo las 500 Millas de Indianápolis, dándole al histórico equipo dirigido por Roger Penske su victoria número 20 en el historial de la célebre competencia.
El inicio de esta edición se vio postergado por la lluvia, la que, incluso, llegó a hacer pensar que la carrera tendría que disputarse este lunes en lugar de ayer domingo, tal como estaba prevista.
Los pronósticos del clima señalaban fuertes tormentas eléctricas y abundantes chaparrones para la hora de la largada, los cuales se cumplieron totalmente. Incluso, debido a normas establecidas, por el peligro de las tormentas eléctricas, se evacuaron las tribunas, en las que había más de 300.000 espectadores.
Finalmente, cuatro horas más tarde de lo previsto, se dio la largada a los 33 bólidos, luego de la clásica frase “Gentlemen, start your engines”.
Ya en el inicio de la competencia se produjo un espectacular accidente, en el que se vieron involucrados el británico Tom Blomqvist, el sueco Marcus Ericsson, el brasileño Pietro Fittipaldi y el estadounidense Callum Illott, marcando los primeros abandonos.
Como es habitual, la emblemática carrera tuvo un desarrollo muy atractivo, con un final realmente espectacular.
El mexicano Pato O’Ward (Arrow McLaren) venía liderando en el último giro, escoltado por Newgarden, quien en una fantástica maniobra logró superarlo por afuera a poco del final, logrando de esa manera su segundo triunfo consecutivo, mientras que el azteca tuvo que conformarse nuevamente con la posición de escolta, la que ya había ocupado en el año 2022. La ínfima diferencia final fue de apenas 0,3417.
El australiano Scott Dixon (Chip Ganassi Racing) completó el podio, a 0,9097 del ganador, seguido por el estadounidense Alexander Rossi (Arrow McLaren) y el español Alex Palou (Chip Ganassi Racing). El neozelandés Scott McLaughlin (Penske), que había largado desde la pole position, terminó en el sexto lugar.
Foto: AFP.
