Nelson Vicente – Contacto: [email protected]
En nuestro comentario previo indicábamos que la edición del centenario de las 24 Horas de Le Mans iba a ser una carrera espectacular, con un desarrollo muy atractivo, digna del rico historial de la emblemática competencia.
Todo hacía prever que así podría llegar a suceder, por la presencia de caracterizadas marcas y la jerarquía de los pilotos, y, finalmente, fue lo que aconteció.
Esta edición número 91 culminó con un acontecimiento histórico de doble valía: al muy esperado regreso oficial de la Scuderia Ferrari se le sumó la victoria del Ferrari 499P número 51 tripulado por James Calado, Alessandro Pier Guidi y Antonio Giovinazzi, cerrando de esa manera un inolvidable retorno del equipo de Maranello al circuito de La Sarthe, llevándose un trofeo muy especial, porque su diseño es único, en conmemoración por el centenario de la célebre carrera.
Ésta fue la décima victoria de la escudería italiana en Le Mans y llega 48 años después del último éxito de los bólidos rojos, que, en aquel momento, fue el cierre de una espectacular etapa para Ferrari, en la que sus autos lograron la victoria en seis ediciones consecutivas.
Y lo acontecido en esta edición es digno del mejor historial de las 24 Horas, porque la competencia tuvo un desarrollo fantástico, con gran paridad y una definición que prácticamente se sentenció ya casi sobre el final, con el error cometido por el japonés Ryo Hirakawa, del Toyota GR010 número 8, que le dejó el triunfo servido en bandeja al Ferrari.
Antes de eso, hubo de todo y para todos los gustos, incluidos torrenciales aguaceros que complicaron la gestión de los pilotos, al transformar al circuito en poco menos que una pista de patinaje, en la que pudieron verse todo tipo de maniobras, golpes, derrapes, salidas de pista e impactos contra las barreras de protección.
Pier Guidi, Giovinazzi y Calado celebran su victoria.
Ferrari largó desde la primera posición de la grilla de partida y terminó ganando la carrera, pero en el desarrollo de las 24 Horas también estuvieron liderando Porsche, Toyota, Cadillac y Peugeot, entregando un atractivo desarrollo.
Y el final no pudo ser todo lo apasionante que se esperaba debido al golpe que sufrió el Toyota número 8 en la curva de Arnage, cuando Hirakawa perdió el control golpeando contra el muro e hipotecando sus chances de pelear por la victoria.
Una victoria que se esperaba que fuera sumamente discutida, porque faltando dos horas para la bandera a cuadros, la diferencia entre el líder y su escolta era de solamente 20 segundos…
De todas maneras, el cierre de la carrera fue muy interesante, porque la diferencia entre los ganadores, Pier Guidi, Calado y Giovinazzi (Ferrari 499P), fue de apenas 1’21”793/1000 sobre sus escoltas, Buemi, Hirakawa y Hartley (Toyota GR010 Hybrid). Barber, Lynn y Westbrook (Cadillac V-Series R) completaron el podio. La cuarta posición fue para el Cadillac de Van der Zande, Bourdais y Dixon. Fuoco, Jensen y Molina (Ferrari 499P), terminaron en la quinta posición, seguidos por Dumas, Briscoe y Pla (Glickenhaus 007).
Fotos: @24hoursoflemans
