El anuncio de la puesta en venta del equipo Williams de Fórmula Uno puede marcar el final de una gloriosa era de la máxima categoría.
De concretarse la venta, seguramente la escudería británica dejará de funcionar como lo estaba haciendo hasta el presente, dirigida por Claire Williams, la hija de Sir Frank, manteniendo de esa manera la estructura familiar. Claire comenzó a dirigir al equipo en el año 2013, debido al cada vez más notorio desmejoramiento del estado de salud de su padre. En marzo de 1986, luego de una jornada de entrenamientos en el circuito francés de Paul Ricard, Frank Williams sufrió un siniestro de tránsito que le provocó una parálisis casi total, dejándolo postrado en una silla de ruedas. Durante su largo proceso de recuperación, fue su esposa Virginia quien se encargó de la administración del equipo, hasta que Frank pudo volver paulatinamente a ocuparse de la escudería, pero, obviamente, no en las mismas condiciones físicas y mentales que antes, contando como principal asistente a su hija Claire.
Williams es actualmente el último de los históricos equipos privados, particulares, o como se les quiera llamar, que forjaron la grandeza y la jerarquía de la Fórmula Uno y dejaron su huella en una atractiva y muy competitiva época de la categoría. Ya no quedan, por ejemplo, equipos como Lotus, Ligier, Tyrrell o Brabham. Y el actual equipo McLaren poco tiene que ver con la escuadra fundada en 1966 por el piloto neozelandés Bruce McLaren.
La trayectoria de Frank Williams en la Fórmula Uno comenzó en los primeros años de la década de 1970, asociándose en primera instancia con el empresario argentino Alejandro de Tomaso, pasando luego tener acuerdos con Politoys, e Iso Rivolta, hasta llegar finalmente a concretar una alianza con el poderoso empresario petrolero Walter Wolf. La falta de buenos resultados llevó a Williams a separarse del empresario canadiense, dejándolo con su equipo Wolf Racing.
Luego, Williams, se asoció con el joven ingeniero Patrick Head y fundó el “Williams Grand Prix Engineering”.
El equipo Williams llegó oficialmente a la Fórmula Uno en 1977, debutando en el Gran Premio de España, con un March/Cosworth conducido por el belga Patrick Néve. Ya al año siguiente el equipo comenzó a construir sus propios autos, bajo la dirección del eximio Patrick Head.
En 1979, ya con el aporte de los petrodólares árabes, comenzó a forjarse su exitoso historial. Ese año, en el Gran Premio de Inglaterra, el suizo Clay Regazzoni logró el primer triunfo de la novel escudería, iniciándose la época dorada de la escudería, que la llevó a estar ubicada entre las mejores de la historia de la categoría.
Al día de hoy, Williams está en el podio histórico de los campeones de la Fórmula Uno. Podio que lidera Ferrari, escoltado por McLaren. Ferrari ha obtenido 16 títulos de constructores y 15 de pilotos. McLaren tiene ocho campeonatos de constructores y 12 de pilotos, mientras que Williams obtuvo el certamen de equipos nueve veces y el de pilotos lo consiguió en siete oportunidades.
Williams se coronó campeón mundial de constructores en los años 1980, 1981, 1986, 1987, 1992, 1993, 1994, 1996 y 1997.
Y estos fueron los pilotos campeones del mundo con el equipo británico: Alan Jones (1980), Keke Rosberg (1982), Nelson Piquet (1987), Nigel Mansell (1992), Alain Prost (1993), Damon Hill (1996) y Jacques Villeneuve (1997).
El equipo de Sir Frank tiene 114 victorias, siendo únicamente superado por Ferrari, que tiene 238 triunfos, y por McLaren que suma 182 éxitos. Lejana quedó en el tiempo la primera victoria de Regazzoni en 1979. En el Gran Premio de Inglaterra de 1997 Jacques Villeneuve lograba el centésimo triunfo de la escudería británica. La última victoria de Williams la logró el venezolano Pastor Maldonado, en el Gran Premio de España de 2012.
A los 114 triunfos del equipo, se le suman 302 podios, 133 récords de vuelta y 128 pole positions.
El último piloto de Williams que subió a un podio fue Lance Stroll, ocupando el tercer escalón en el Gran Premio de Azerbaiyán de 2017.
El inicio de la era de la hibridación en la Fórmula Uno comenzó a marcar la declinación deportiva del equipo Williams, la que se fue agravando por los problemas financieros que ha tenido en los últimos años.
Indudablemente, el momento más duro, traumático y negativo para el equipo Williams fue el fatal accidente sufrido por Ayrton Senna en el Gran Premio de San Marino de 1994, cuando el brasileño disputaba su tercera carrera con la escudería británica.
