La categoría estadounidense NASCAR se vio golpeada también por la ola de actos racistas que han acontecido en los últimos días en territorio norteamericano.
En el box del piloto afroamericano Darrell “Bubba” Wallace fue encontrada una soga con un nudo corredizo (nudo de ahorcado). Este acto tiene, sin ningún tipo de dudas, un evidente e innegable trasfondo histórico, porque la utilización de sogas colgadas de los árboles era el método con el que en el pasado en Estados Unidos se ejecutaba a las personas de raza negra por parte de los supremacistas blancos.
Este repudiable hecho ocurrió en el autódromo Talladega Superspeedway, en el estado de Alabama, donde la categoría iba a marcar su retorno a la actividad, luego del obligado receso debido a la pandemia de coronavirus.
Wallace había criticado duramente lo acontecido en Minneapolis el pasado 25 de mayo, cuando fue asesinado el afroamericano George Floyd.
El piloto también había solicitado a las autoridades de la NASCAR que se prohibiera el uso de la bandera de la Confederación, un símbolo que está asociado con el racismo y que es un emblema del supremacismo blanco en Estados Unidos. La petición de Wallace, (enmarcada en el movimiento social “Black Lives Mater) fue aceptada por los responsables de la categoría, prohibiendo la utilización de la bandera confederada.
Sin embargo, para muchos aficionados de NASCAR, la utilización de la bandera de la Confederación no implica un símbolo de racismo, sino que es una identificación del sur del país.
El Departamento de Justicia abrió una investigación federal por intermedio de la Oficina de Derechos Civiles, de acuerdo a lo informado por el fiscal Jay E. Town.
Apenas conocida la noticia de lo acontecido en el box del equipo Richard Petty Motorsports, para el que corre Wallace, la voces de repudio no se hicieron esperar, tanto de parte del propio equipo como de los integrantes de otras escuderías y también de las autoridades de NASCAR, sumándose varias personalidades del deporte y de otros ámbitos de la sociedad norteamericana.
El comunicado oficial dado a conocer por la categoría expresa: “Estamos realmente indignados y hemos iniciado una investigación para conocer a los responsables y expulsarlos inmediatamente del deporte. Como ya hemos dicho inequívocamente, no hay lugar para el racismo en NASCAR, y este acto solo fortalece nuestra determinación de hacer que el deporte sea abierto y acogedor para todos”.
En solidaridad con Wallace y como forma de repudio a lo acontecido en su box, otros pilotos y personal de varios equipos llevaron empujando el auto de Wallace hasta la línea de largada.
A su vez, en apoyo al piloto, en el césped del autódromo se pintó esta leyenda: #istandwithbubba.
Wallace, que es el único piloto afroamericano que compite en NASCAR, expresó: “El despreciable acto de racismo y odio de hoy me deja muy entristecido y sirve como un doloroso recordatorio de cuánto más tenemos que avanzar como sociedad y cuán persistentes debemos ser en la lucha contra el racismo”.
No ha pasado desapercibido, además, el hecho que, debido a las exigencias del protocolo implementado por causa de la pandemia de coronavirus, solamente pueden estar en la zona de boxes los integrantes de los equipos, el personal de seguridad y los propios funcionarios de NASCAR.
La capacidad del Talladega Superspeedway es de más de 80.000 espectadores, pero por las disposiciones del protocolo por el coronavirus, solamente se permitió que hubiera 5.000 aficionados en las tribunas, aunque sin ningún tipo de contacto con la zona de boxes.
