Festejo en la Fabbrica Blu


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Festejo en la Fabbrica Blu

Con la presencia récord de 16 unidades del Bugatti EB110 (más del 10% de la producción total del mítico EB110) y cerca de 70 Lotus Elise, el sábado pasado tuvo lugar un inédito encuentro en “La Fabbrica Blu”, ubicada en Campogalliano, una comuna de Módena (Italia) al que asistieron más de 800 invitados.

Esta importante reunión, en la recién bautizada “Fábrica Azul” (ex Bugatti Automobili SpA) fue presidida por Romano Artioli, el hombre que en 1987 compró la marca fundada por Ettore Bugatti en 1909, (en la ex ciudad alemana Molsheim, que actualmente se ubica en territorio francés), para revivirla luego de 24 años de inactividad y trasladarla a Campogalliano, una ciudad en el corazón del “Valle del Motor” italiano. Desde esta “tierra donde nació la velocidad”, Artioli también controló Lotus, la marca británica que compró en 1993 y lideró hasta 1996.

Durante la reunión también estuvieron presentes la mayoría de los colaboradores más importantes de Artioli en esa época dorada. Fue una celebración entre empleados, entusiastas, coleccionistas, empresarios y miembros de la prensa que revivieron una importante época en la historia del “Valle del Motor”, en donde el EB110 todavía representa el auto más disruptivo e icónico de la década de los años 90.

Para el encuentro fueron instalados en la línea de montaje 16 Bugatti EB110 relucientes. Parecía como si la fábrica estuviera viva y funcionando.

También fueron exhibidos muchos otros autos del fascinante mundo EB100 GT y Supersport, los que llegaron desde Italia, Bélgica, Dinamarca, Suiza, Austria, e, incluso, desde California.

Además de la muestra de los Bugatti y los Lotus, también fueron llevadas a cabo varias actividades durante la reunión, entre las que se destacaron la exposición de cuadros de Marcel Bastiaans titulada “Head off, heart on”, que el maestro terminó directamente en el evento en una exhibición de pintura en vivo. Se realizó una subasta de Ritchie Bros sobre objetos históricos de Bugatti y Lotus, cuyas ganancias serán destinadas al Museo Tazio Nuvolari ubicado en Mantua, Italia. También hubo un almuerzo Emiliano, ligero pero fantástico, en la increíble “Sala Circolare”, la antigua sala de exposición de la fábrica.

Algunos de los asistentes comentaron que lo sucedido en el evento “fue una especie de magia”, al ritmo de la música de Queen, la banda sonora que acompañó los videos presentados, que rememoraron los aspectos históricos más destacados de la época en la que Romano Artioli comandaba Bugatti Automobili y Lotus Cars.

Los autos Lotus vinieron al evento para saludar a “Il Patrono”, quien gracias a los desarrollos de tecnologías de uniones aplicada al chasis y luego utilizadas en muchos autos livianos de nuestro tiempo, lanzó otro ícono: el Lotus Elise. Su nieta Elisa, de quien Romano tomó el nombre para bautizar al auto, también estuvo presente. Elisa firmó autógrafos y se tomó fotos con la mayoría de las personas que llegaron de todas partes de Europa.

En su página de Facebook, Elisa escribió: “Hoy sentí el abrazo de todos. Gracias a todos los que intervinieron en la fábrica azul, magia hoy como en aquel entonces, que nos dio emociones increíbles. Tomará algún tiempo digerir todo eso. Vi amigos que no había visto por mucho tiempo, pero, más que todo, sentí el entusiasmo de ustedes, lo cual me hizo sentir diez años más joven. ¡Viva la Fabbrica Blu!”, terminó expresando.

Tras los festejos quedaron en soledad las 60 sombrillas rojas que estaban en el exterior de la fábrica, mientras que 25 globos gigantes inflados con helio volaron hacia el cielo, el saludo final a la fábrica que Artioli ahora quiere encontrarle un nuevo comprador y relanzarla como se merece.

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