Trump estrenó su “bestia”


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Trump estrenó su “bestia”

El presidente norteamericano Donald Trump estrenó, poco tiempo atrás, el nuevo auto presidencial, la limusina blindada conocida oficialmente como Cadillac One, pero a la que popularmente se la denomina “The Beast”, (la bestia), dadas sus especiales características.

De esta manera, el primer mandatario estadounidense pasó a retiro a las limusinas que habían sido utilizadas desde el año 2009 por el anterior Presidente, Barack Obama.

La presentación oficial de la nueva “bestia”, que en definitiva es una evolución de la que utilizaba Obama, se realizó en ocasión de la asistencia de Trump a la Asamblea General de las Naciones Unidas realizada en la ciudad de Nueva York.

Desde el año 1993, la compañía General Motors es la proveedora oficial de los vehículos blindados presidenciales en Estados Unidos. El proceso de desarrollo de la nueva limusina, en el cual tomaron parte las oficinas del servicio secreto y de inteligencia, junto a otras agencias gubernamentales, comenzó en el año 2013, pero la entrega final se demoró por más de un año y medio más allá del plazo original previsto, debido a diversos factores.

La compañía de Detroit construyó 12 unidades de este auténtico “bunker” rodante, con un costo total de unos 16 millones de dólares.

Si bien el nombre por el que se le conoce oficialmente es Cadillac One, el vehículo blindado que traslada al Presidente se trata de una mezcla entre el modelo sedán CT6 de Cadillac y los modelos SUV Chevrolet Suburban y Escalade, con algunos elementos también del Chevrolet Kodiak.

Los datos generales de la “bestia” no han sido dados a conocer oficialmente por lógicos motivos de seguridad, pero se estima que su poderoso  motor (con inyección de óxido nitroso) dispone de una potencia de alrededor de 900 HP, los cuales son suficientes para mover a esta auténtica mole de más de siete toneladas de peso.

Este tan especial vehículo cuenta con una cabina que queda completamente sellada con respecto al mundo exterior, siendo a prueba de distintos tipos de armas, incluidos ataques químicos, bacteriológicos y con bombas y minas. El blindaje está realizado en acero, aluminio, kevlar y distintos tipos de materiales cerámicos. El espesor de la carrocería es de ocho pulgadas y el de los cristales es de seis pulgadas.

Su equipamiento incluye un sistema automático de extinción de incendios, equipo médico que incluye reservas de sangre del propio Donald Trump, cámaras de visión nocturna que permiten conducir bajo condiciones de nula visibilidad y neumáticos que pueden seguir rodando aunque estén completamente desinflados.

La “bestia” también cuenta con cañones de gas lacrimógeno y algunos tipos de armas para defensa.

A pesar de su gran tamaño y de su enorme peso, el vehículo presidencial ha sido desarrollado para que tenga una muy buena maniobrabilidad y una importante velocidad final, con la finalidad de poder escapar de situaciones comprometidas y peligrosas, lo cual, en definitiva, es el principal motivo de su creación y funcionamiento.

FOTOS: Reuters.

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