Economía sigue creciendo, pero se desacelera


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Economía sigue creciendo, pero se desacelera

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Si bien el país espera un año de crecimiento económico que
se situará entre 3,5% y 4%, están apareciendo algunos elementos de
desequilibrio que demuestran que se está en un proceso de desaceleración ante
el cual se debería ser más activo en la aplicación de algunas políticas
adecuadas para el momento. “Esos desequilibrios que de a poco se hacen cada vez más
presentes y persistentes, como en la inflación, en las cuentas públicas, en la
competitividad o en los costos tanto salariales como no salariales,
generan  una mayor incertidumbre para el
mediano plazo, lo cual a su vez repercute negativamente en el desarrollo de nuevas
inversiones y de las ya instaladas”, dijo la economista María Laura Fernández,
de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios (CNC S).

En una charla brindada en la sede de la Asociación de
Concesionarios de Marcas de Automotores (ASCOMA) y ante la presencia de una
numerosa audiencia conformada por asociados y empleados de la institución, la
citada profesional recordó que “cuando todo anda bien, con tasas no
acostumbradas de crecimiento como se tuvieron en los años anteriores, esos
problemas más micros quedan tapados. Pero cuando comienza la desaceleración o
baja el ritmo de crecimiento, surgen, están más presentes y persistentes, y se
profundizan, seguramente porque no se aplican políticas adecuadas para la
situación”. En ese sentido, dijo que la política monetaria que se lleva
adelante, más allá del esfuerzo con la que se realiza, no ha tenido los
resultados esperados, por lo que se demuestra que con ella solo no basta, si no
hay paralelamente acciones fiscales y salariales.
En su presentación, denominada “Entorno económico y
perspectivas generales y sectoriales” y respaldada con datos oficiales y de
encuestas de su organización, la Ec. Fernández recordó
que los datos de cuentas públicas a 2012 cerrado mostraron un déficit fiscal de
2,8% del PBI, el cual estuvo por encima de la estimación de las autoridades a
pesar de que a lo largo del año las mismas corrigieron en varias oportunidades
la cifra de déficit para el 2012 al alza, pasando de una proyección inicial de
1 % al 2,2%. A su criterio, esa situación también impulsa el crecimiento
de las cuentas públicas, ya denunciada hace tiempo por la CNCS, quien advirtió
sobre la necesidad de aplicarle un freno y generar ahorro en los buenos tiempos
para cuando se redujera la velocidad de crecimiento. “Y se hizo todo lo
contrario, creciendo el déficit al mismo porcentaje que en 2002, año de
crisis”, señaló.
También consideró que la pérdida de competitividad cada vez
se hace más notoria y generalizada, con los efectos que ello conlleva,
fundamentalmente a la hora de vender en el mundo los productos del país. “Y de la mano viene la política salarial, no solo por sus
aumentos y costos,  sino también por lo
de la productividad y calidad de la mano de obra. Se aprecian problemas de
educación para generar mano de obra que ingrese al proceso de innovación y
agregado de valor. Y no solo en el mercado formal”, señaló. “Tanto el volumen de la fuerza laboral como la calificación
de los trabajadores son factores claves en los incrementos de productividad y
la actividad económica de un país”, sentenció.
Todas esas cosas, para el empresario, se ven como una
restricción a la hora de pretender crecer en su negocio.
En su exposición y tras analizar también la situación
mundial y regional, la especialista de la CNCS se refirió a la situación
sectorial, con cifras que demuestran crecimiento en la comercialización de
automotores, acordes al crecimiento económico del país y a la mejora de los
ingresos de la población. Sin embargo analizando los datos con profundidad se
percibe también allí el inicio de una desaceleración de los negocios. Y también
cambios en los números de los empresarios, con menor rentabilidad por mayores
costos. En concreto, la Ec. Fernández dijo que la economía en
términos generales continuará creciendo pero mucho más atenuada, con
situaciones puntuales que con el paso del tiempo se tornan persistentes. Y en
la percepción de los empresarios, se ve que se habla mucho d elos problemas
pero que se toman pocas acciones para buscar soluciones.
“Desde nuestra institución venimos diciendo eso hace tiempo,
pero ahora esas señales como que se tornan más notorias, como que son más
grandes”, señaló.

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